Este jueves se cumplen 24 días de la condena a los ocho rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa y lo más movilizante es que hoy, 2 de marzo, es el cumpleaños del joven asesinado a golpes a la salidad de un boliche en Villa Gessell. Hoy hubiera cumplido 22 años.

Tras la sentencia en el Tribunal de Dolores, Graciela Sosa y Silvino Báez volvieron al departamento donde viven en el barrio Porteño de Recoleta. Al día siguiente fueron al cementerio de Chacarita, donde está enterrado Fernando, según cuenta Infobae. 

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Semanas después, sus abogados comandados por Fernando Burlando apelaron al fallo que condenó a 15 años de prisión a tres de los ocho rugbiers juzgados. La familia quiere prisión perpetua para todos. 

Pero hoy, 2 de marzo, los Báez Sosa se toman un respiro después de las difíciles semanas del juicio para homenajear a su hijo en su cumpleaños. 

"Mucha gente me decía que después de la sentencia tendríamos un poco de paz. Y sí, si bien se siente un poquito de paz, nada cambió demasiado porque mi hijo no está y no va a regresar. Hoy yo tendría que estar preparando una torta, yendo a comprar gaseosas, pastafrola, medialunas y sándwiches de miga, que era lo que le gustaba a Fer, pero no va a ser así. Hoy iré a visitar a mi hijo a su tumba. ás no puedo hacer porque está muerto”, le dijo Graciela a Infobae. 

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Hace tres años, la vida de Graciela y Silvino se vino abajo y también se enfocó en hacer justicia por Fernando mientras mantienen vivo su recuerdo. El cuarto del estudiante de Derecho está intacto, tal cual como lo dejo antes de viajar a Villa Gesell para disfrutar de sus vacaciones con amigos. 

“La verdad es que extraño muchísimo a Fernando. Es muy duro que el día de su cumpleaños no pueda decirle: ‘Feliz cumple, mi amor’, como siempre lo hice. Es muy duro aceptar que solamente podré ir a llevarle una flor al cementerio y volver a casa. Trato de estar de pie igual que Silvino. Somos dos infelices que, a veces, no sabemos qué decirnos. Nos miramos y así pasamos el día”, cierra Graciela.