El dato de inflación de este mes puede llegar a mostrar una leve desaceleración, pero se mantendrá en el terreno del 6% tal como lo vienen proyectando analistas y consultoras privadas. La Fundación Libertad y Progreso ha previsto una variación del 5,7% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero. A pesar de esto, la variación interanual alcanzó los tres dígitos y se ubicó en 100,7%, superando el 98,8% de enero, puntualiza la entidad. Como resultado, ya son 13 meses consecutivos en los que la inflación se acelera en términos interanuales, llegando a duplicarse desde el valor de enero de 2022 (50,7%). A su vez, durante el primer bimestre del año, la inflación acumulada llegó a 12,1%, cifra que supera al 8,8% del mismo período del 2022.
El rubro con mayor aumento e incidencia en el índice fue ‘Alimentos y Bebidas no Alcohólicas’, registrando una variación mensual de 9,8% y una incidencia de 2,3 puntos porcentuales, señala el reporte al que accedió LA GACETA. Además de ser el que más aumento en el mes, también es el que mayor ponderación tiene en el IPC (23%) por su relevancia en el consumo de los argentinos. Luego le siguen los aumentos en ‘Vivienda, Agua y Electricidad’ que alcanzaron el 8,3% a raíz de las actualizaciones tarifarias para los usuarios y el incremento en los alquileres, aportando 0,9 punto en la variación del IPC.
‘Restaurantes y Hoteles’ es un sector con efecto estacional muy importante y registró aumentos de 7,6%, acelerándose con respecto al mes anterior. Finalmente, ‘Medicina’ aumentó 6,4% en el mes, explicado principalmente por el aumento prepagas, y termina aportando aumento de 0,6 punto en el índice.
Para marzo, Libertad y Progres estima que el índice presente una marcada aceleración respecto a febrero, dada la conjunción de dos efectos. En primer lugar, el componente estacional implica una mayor presión sobre la inflación motivada por el inicio de actividades tales como el ciclo lectivo y su consecuente consumo. Por otro lado, se prevé una serie de aumentos en los precios regulados que empujarán al alza el IPC general, entre los que se destacan: colegios privados, nafta, transporte público, alquileres, prepagas y tarifas de luz, gas y agua. Según el economista jefe de la fundación, Eugenio Marí, “lo más preocupante es que en febrero hubo una fuerte aceleración de los precios no regulados, dando cuenta de que no estamos avanzando hacia una desaceleración inflacionaria, sino más bien al contrario. Los desequilibrios que acumulan el Tesoro y el Banco Central (por financiar al anterior) hacen incompatible una baja de la inflación de manera sostenida”.
En tanto, Lautaro Moschet, economista de Libertad y Progreso, opinó: “seguimos viendo una dinámica preocupante en materia de inflación. El fuerte aumento del déficit fiscal de enero es una señal de alerta que indica que no se están haciendo los esfuerzos indispensables para contener los precios. El fracaso inherente de precios justos demuestra una vez más que estos controles son intentos inútiles por contener la inflación, que ya en los primeros dos meses del año muestran una clara tendencia a superar a 2022”.