Hace días que la versión de Julia Wendell mantiene en vilo a la prensa internacional. Sucede que la joven polaca de 12 años dice tener pruebas de que es Madeleine McCann, la pequeña que desapareció en Praia da Luz, Portugal, en 2007. Pero en la actualidad, enfrenta la oposición de su propia familia y de las autoridades.

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Las evidencias que confirmaban el supuesto parecido entre ambas fueron tiradas abajo y Policía de Polonia dio por inválido el asunto con un inequívoco "Queda descartada la versión de los hechos". Así lo confirmó la web polaca Gazeta haciéndose eco del testimonio del portavoz de la Policía Provincial en Wroclaw, donde reside Julia: "La actuación de los agentes de la Jefatura Provincial de Policía en esta fase contradice la versión presentada por esta mujer".

Durante los primeros días de febrero la joven publicó varias fotos suyas en las que, según sostenía, compartía varios rasgos físicos con Maddie. Además, aseguraba que sus padres le ocultaban información sobre su nacimiento y no tenía fotos de bebé hasta los 3 años. Pero nada de esto ha sido dado por veraz por ninguna de las partes. Ni los padres de Madeleine, ni sus padres ni las autoridades le dieron entidad al asunto.

Tras conocer la versión policial, la propia Julia opinó duramente contra los medios de comunicación locales al asegurar que "mienten" sobre ella y la prueba de ADN.

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Estas declaraciones suceden a las de sus padres, quienes publicaron hace pocos días un duro comunicado insinuando la existencia de problemas psicológicos.

"Siempre hemos intentado entender las cosas que le estaban pasando a Julia. Terapias, medicación, psicólogos y psiquiatras. Sus amenazas, sus mentiras y manipulaciones hacia nosotros, sus acciones en internet... Hemos tratado de prevenirlo (...) Se mudó, no quiere tomar su medicación. Se negó a que le trataran en uno de los mejores hospitales psiquiátricos de Polonia", afirmaron.