Más de 300 efectivos de la División Vigías de Banda del Río Salí participaron de una jornada de capacitación vinculada con el uso de diferentes técnicas de negociación en situaciones delictivas extremas, patrullaje y prevención de robos y asaltos en diferentes circunstancias.

Profesionales supervisaron las tareas que lleva a cabo el cuerpo de vigías y el personal especializado que se desempeña en el Centro de Monitoreo en la ciudad.

“Empezamos con 75 vigías y hoy tenemos 320, parece mentira todo lo que hemos recorrido durante estos siete años. Es una capacitación anual que tienen estos muchachos acompañados por la Unidad Regional Este de la Policía y también Gendarmería Nacional que nos acompaña desde que creamos la secretaría de Seguridad en el 2015. Hemos crecido exponencialmente a través de los recursos humanos, para mí, es lo más importante junto con la tecnología a la hora de hablar de seguridad”, aseguró el intendente Darío Monteros, quien también participó de la jornada.

El encuentro formó parte también de una nueva etapa del programa, que lleva adelante el municipio como pionero en la provincia, en el que se incluyeron 30 vehículos, entre camionetas, autos y motocicletas que recorren las calles de la ciudad y la instalación de casi 100 cámaras domos 360 grados que conforman un anillo de seguridad digital, además de las bodycam que los agentes utilizan desde este año.

En esa ciudad, la aplicación Alerta BRS es usada actualmente por 10.000 usuarios que pueden recurrir al servicio de estos agentes en situaciones de inseguridad o incidentes específicos. El sistema cuenta además con un canal exclusivo para mujeres que son víctimas de violencia de género.

“Apostamos a dejar la un capital en el recurso humano capacitado para la próxima gestión porque esto forma parte de un programa que debe seguir funcionando”, explicó Monteros.

Un procedimiento antes del curso

Los agentes están preparados para intervenir en diferentes situaciones: incluso en aquellas imprevistas que pueden darse en la calle, en cualquier momento. Una de ellas ocurrió cuando dos vigías que participaban de la jornada de entrenamiento se cruzaron con un hombre que, al verlos, se deshizo de un bolso en el que llevaba 60 ravioles de cocaína. 

Los agentes dieron aviso a la policía que aprehendió al sospechoso y puso en aviso del hecho a la Unidad Fiscal correspondiente. Además, siguieron el protocolo correspondiente y se labraron las actas de rigor con el secuestro de lo encontrado y el pedido de detención correspondiente por parte de la Unidad Fiscal de turno. El juez Federico Moeykens resolvería luego la libertad del implicado.

“Más allá de esto, seguimos colaborando con la policía y la Justicia. El efecto disuasivo de los Vigías se demuestra a diario y los vecinos lo agradecen. Todo el programa de seguridad está apuntalado por el uso de la tecnología que nos permite poder anticiparnos a situaciones peligrosas de nuestros vecinos”, indicó Marcelo Moreno, secretario de Seguridad de esa ciudad.