Una cápsula Soyuz no tripulada fue lanzada este viernes desde Kazajistán con la misión de traer de regreso a la tierra a tres astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS), luego de que su vehículo original fue dañado por un pequeño asteroide.

La nave espacial, operada por la Corporación Espacial Estatal rusa Roscosmos, tiene previsto acoplarse al laboratorio de la ISS el domingo, pero no volverá con los tripulantes hasta septiembre.

Los cosmonautas rusos Dmitry Petelin y Sergei Prokopyev, y el astronauta estadounidense Frank Rubio llegaron al laboratorio espacial que se encuentra en la órbita terrestre en septiembre de 2022 a bordo de la nave MS-22.

Los tres hombres permanecerían en el espacio unos seis meses, hasta finales de marzo, pero su nave empezó a perder refrigerante en diciembre, debido a que un micrometeorito perforó su radiador externo.

A partir de ello, los oficiales a cargo de las misiones espaciales habían determinado que era demasiado arriesgado traer a los tres hombres de vuelta en su dañada Soyuz MS-22 el mes que viene como era el plan original.

Sin refrigerante, la temperatura de la cabina se elevaría por más de lo tolerable durante el viaje a la Tierra, lo que podría dañar los ordenadores y otros equipos, y exponer a la tripulación a un calor excesivo.

La MS-23, que despegó el viernes en su misión de rescate, tenía programado un despegue para mediados de marzo de este año, con otros tres tripulantes que tomarían el relevo de Rubio, Petelin y Prokopyev en la estación espacial. Pero por el desperfecto en la primera nave, y sin la tripulación de reemplazo a bordo de la MS-23, los dos rusos y el tripulante estadounidense seguirán trabajando en la ISS hasta septiembre.

En relación a la Soyuz MS-22, la NASA aseguró que la nave tiene previsto desacoplarse de la ISS a finales de marzo y regresar a la Tierra sin tripulación en un aterrizaje asistido por paracaídas en Kazajistán.