El instituto Malbrán descartó que el brote de neumonía bilateral que ha generado preocupación en nuestra provincia haya sido causado por la bacteria Legionella. Además, las autoridades de Salud tucumanas dijeron que no se evidencia un vínculo epidemiológico entre los cinco casos detectados desde enero en un sanatorio. También informaron que se ha tomado la decisión de investigar en profundidad los casos de infecciones respiratorias agudas graves y que se está elaborando un programa de gestión de agua en instituciones de salud. Los anuncios, realizados, según dijo el ministro de salud, “para llevar tranquilidad a la población”, llegan en momentos de gran incertidumbre e incluso de reclamos de informaciones ciertas por parte de la familia del enfermero fallecido el 30 de enero y de personal de la Salud en general.

Esa falta de precisiones ha sido uno de los factores preocupantes en el mes que ha pasado desde que se conoció del brote de neumonía el 18 de enero. Como las autoridades dijeron que no podían dar precisiones sobre el origen del contagio –de hecho, de los cinco casos, en dos “ningún estudio pudo identificar el agente causal”, dijo el ministro- la inquietud generó fuerte alarma y hasta un mensaje falso que se hizo viral acerca de infecciones en el agua. La esposa del enfermero fallecido dijo que nadie le explicó la causa y los trabajadores de la Salud reclamaron que se los ha ignorado, siendo que “es fundamental conocer la causa para evitar más contagios”. Esta situación se vio agravada sobremanera por el antecedente trágico de los casos de Legionella del año pasado en una clínica privada, que pusieron sobre la lupa el hecho de que no había adecuados protocolos de limpieza y de cuidado del agua.

Hace dos días, una reconocida infectóloga –que habló de legionelosis en los casos actuales- planteó que en este verano se han utilizado mucho los aires acondicionados, “a los que no se les hace una limpieza permanentemente, tampoco se suele limpiar correctamente los tanques o torres de agua” y en ese sentido criticó que en la provincia no haya una norma de acreditación para que los centros de salud cumplan con todas las medidas contra infecciones. “Falta un programa de control de infecciones que empiece con limpieza y desinfección permanente; aunque exista parcialmente en algunos lugares de excepción, como el quirófano, es necesario que abarque todo el lugar. Además hay instituciones localizadas en lugares no adecuados; conocemos hospitales donde hay problemas cloacales. Hay que hacer la mantención en todos los centros de internación con las medidas básicas antes de pensar en trasplantar y todo lo demás”, dijo. Tras sus palabras llegaron las aclaraciones de los funcionarios, con lo cual se ha aplacado parcialmente la inquietud plantada ya en la población, que puede llegar a tener resquemores con respecto a la seguridad en higiene en los centros de atención de salud.

Las autoridades se comprometieron a crear un Departamento de Control de Infecciones y de Gestión de Antimicrobianos , con el objeto de fortalecer los programas de control de infecciones, principalmente en hospitales y sanatorios privados, así como un programa de Gestión de Agua en Instituciones de Salud. Las medidas necesarias a tomar para controlar la enfermedad son principalmente la higiene y el control del agua en la ciudad. “Es un fenómeno que puede ocurrir, hay que tratarlo como tal, lo importante es buscar una solución para impedir que siga ocurriendo”, dijo la infectóloga, que recomendó también que se pida asesoramiento a organismos internacionales, a los cuales “se debió recurrir en el primer caso”. Valdría la pena seguir estos consejos.