Desde que entró a Gran Hermano, Ariel viene pidiendo una bolsa de carbón para hacer hamburgesas a la parrilla y lo consiguió tras cumplir con creces un desafío que le propuso "el dueño de casa".
Su insistencia por el cárbon fue tan constante que días atrás, Gran Hermano lo llamó al confesionario y le propuso un desafío que lo dejó helado. Claro que si lo cumplía, podría obtener el premio: su tan ansiada bolsa de carbón.
"Ariel vimos y escuchamos con Santiago las ganas que tenías de preparar unas hamburguesas a la parrilla, con un poquito de carbón. Bueno, estamos dispuestos a concederte unas cuantas hamburguesas pero vas a tener que dar algo a cambio, si es que estás dispuesto...", le planteó la voz en off del reality show.
Gran Hermano: Julieta Poggio le deseó la muerte a su perra y los fanáticos exigieron su expulsiónAriel se quedó helado, y tras una inesperada reacción, siguió escuchando la propuesta del omnipresente dueño de la casa. "Es una misión, es un desafío... No vas a poder hablar solo a ningún objeto ya sea una cámara, un espejo, una silla, un palo de escoba o lo que fuere...", le explicó.
"Tendrá que ser hasta el momento en que nosotros te entregamos el carbón y las hamburguesas, algo que va a ser el día viernes", le agregó la voz de GH, sobre la data precisa del tiempo en que el participante deberá "llamarse a silencio".
"Uhhhh...", fue la devolución que tuvo Ariel al escuchar lo que le propusieron en la "sala de nominaciones". "Si, lo voy a cumplir pero mi gente... la gente se va a pensar que me pasa algo. ¿Nada ni de noche ni de día", consultó el competidor, que está hace un mes y medio en la casa. "Nada", sentenció como respuesta Gran Hermano.
Durante dos días, Ariel se aguantó las ganas de hablarle al público a través de los espejos de la casa, un hábito que practica cada mañana y logró que este viernes todos coman hamburguesas a la parrilla.