Hubo un tiempo en el que prácticamente no había dudas sobre que Roger Federer era el mejor tenista de la historia. La elegancia del suizo se combinaba con una tasa de éxito monumental. Hasta que apareció Rafael Nadal, con toda su potencia y su versatilidad. Y con cada conquista de Roland Garros, se afirmaba la idea de que en realidad era el mallorquín el mejor de todos los tiempos. Pero había lugar para alguien más: Novak Djokovic, el tercer integrante de lo que se conocería como el Big Three. De a poco, el serbio se fue colando en la rivalidad entre el español y el suizo y superand muchas de las marcas de ambos.
El domingo, “Nole” alcanzó los 22 títulos de Grand Slam de “Rafa” al ganar por décima vez el Abierto de Australia, y todo parece indicar que su cosecha no se detendrá allí. Su gran desempeño en Melbourne (ganó el torneo cediendo apenas un set en segunda ronda) confirmó que, con 35 años, el balcánico está en plena forma para seguir compitiendo en el primer nivel por bastante tiempo más. Y si lo hace a este ritmo, ni duda cabe de que seguirá batiendo récords históricos y dejando la vara muy alta para cualquiera que intente alcanzarlo en el futuro.
¿Se puede decir entonces que Djokovic es el mejor de todos los tiempos? Para muchos, entre los que se cuentan incluso devotos de Federer y Nadal, la respuesta es un sí rotundo. No solo por lo que ya ha logrado, sino porque su nivel certifica que tiene mucho hilo en el carretel todavía, a diferencia de un Nadal cada vez más aquejado por las lesiones. A nadie podría sorprenderle que el español anuncie su retiro este año o a lo sumo el que viene, pero “Nole” está para seguir embolsando Grands Slams y Masters 1.000 durante los próximos dos años por lo menos. Dicho sea de paso, el serbio es el único tenista que ha ganado los nueve Masters 1.000 (y a todos los ganó al menos dos veces), alg que ninguna de las otras dos leyendas pudo hacer. Y tampoco es menor el dato de que tiene historial favorable en enfrentamientos sobre ambos: 27-23 contra Federer y 30-29 contra Nadal. “Rafa” podría emparejar el asunto en su segunda casa, Roland Garros, donde es casi invencible, pero habrá que ver en qué condiciones llega.
Tal sea por el cariño que Federer y Nadal despertaron en el público, o por la personalidad por momentos polémica del serbio, o por su postura antivacunas; lo cierto es que aún hoy muchos se resisten a aceptar a Djokovic como el mejor de todos. Sin embargo, al menos desde lo estadístico, cada vez quedan menos argumentos para discutir al otra vez número 1 del mundo.