Es la punta de iceberg de una imparable catástrofe ambiental. Agoniza, según los especialistas, en un inexorable destino de pantano inútil, favorecido por sequías que adelantan frecuentes crisis. Todo embalse de agua se construye para aprovechar el agua de un río y destinarla a necesidades como el riego agrícola, industrias, ganadería, minería, generación de electricidad, abastecer de agua a una población y atenuar inundaciones causadas por las crecidas estivales del mismo. Acumula agua en períodos del año en que abunda para entregarla en los que escasean y más se la necesita. Los ríos transportan sedimentos producto de la erosión natural de los suelos en su discurrir desde la alta cuenca hasta ser interceptados por el cuerpo de aguas quietas donde se depositan y acumulan. Así, el volumen de agua acumulado, se va reduciendo año a año. El volumen útil del embalse, progresivamente, va siendo insuficiente para asegurar todos los servicios comprometidos. El tiempo para que ello ocurra puede ser largo o corto, dependiendo de diversos factores: diseño de la obra, antrópicos, etc. Hay embalses que perdieron todo su volumen útil en brevísimo tiempo, como el del río Itiyuro, provincia de Salta, cercano a la ciudad de Tartagal. El embalse El Cadillal desde su volumen total inicial ya fue ocupado en un 44% por sedimentos. Concebido en su origen para abastecer de agua potable al Área Metropolitana de San Miguel de Tucumán, brindar agua para industrias (ingenios azucareros), regar 45.000 hectáreas de cultivos y generar energía eléctrica. No se regó más de 30.000 has. Los ingenios azucareros dilapidan: no hacen suficiente recuperación y reúso del agua. Gran parte del agua enviada desde El Cadillal hacia los ingenios y los campos agrícolas se pierde por infiltración en los suelos. Tan solo 12 km de canales, de un total de 147 km son revestidos e impermeables. Para abastecer los ingenios se debe enviar caudales mucho mayores a los que estos tienen concesionados para compensar las pérdidas por infiltración hasta que llegan a destino. El embalse, en este cuadro, ya no puede sustentar un desarrollo significativo de la economía agroindustrial de la provincia. ¿Quiénes tendrán prioridad para la entrega de agua? El concepto “Jardín de la Republica” es un mito del pasado. Recurrentes sequías y crecientes demandas de agua generan conflictos. No alcanza para satisfacer a todos. Un fenómeno a escala global. Abarca a Argentina. Del granero del mundo al desierto. El embalse de Río Hondo, en el límite entre las provincias de Tucumán y Santiago del Estero, que recibe todas las aguas de la cuenca del Salí, fue concebido en la década de los 60 para regar 120.000 ha en lo que se denomina “área de riego del río Dulce”. Hoy riega apenas unas 50.000 ha. Crisis humanitaria y de ribetes históricos. Supera las superestructuras gubernamentales cuyo sustento son las actuales relaciones sociales de la sociedad. Ante el cambio climático no pueden ni quieren modificarse, agravando, como ocurrió con otras crisis históricas, la inseguridad de la existencia.
Pedro Pablo Verasaluse
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