Las pizarras de YPF ya reflejan el aumento de un 4%, pactado por el Gobierno y las empresas petroleras. “Este nuevo aumento viene con el convenio de los precios cuidados, que pactaba que este enero iniciaba con una suba y que mensualmente el ajuste de combustible iba a ser un 4%, esto se venía demorando”, explicó el presidente de la Cámara de Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega), Daniel Gargiulio.
“Si bien el aumento ronda un 4%, los combustibles aumentaron un poquito más del 4%, 4,5%, y hasta un 6%”, agregó. Explicó que el precio viene muy retrasado respecto del dólar y a lo inflacionario, cuando todos los índices hablan de un 5% de inflación. Gargiulio precisó que no se trata de subas, sino de adecuaciones al círculo inflacionario. “Debemos bajar la curva; en cuanto la inflación no se detenga se prevé un aumento no tan solo de combustibles”, sentenció.
La mayoría de los conductores se enteró de los aumentos en los surtidores. “Yo consumo $ 3.000 solo en nafta; ahora voy a gastar más, hay que aguantar todo en este país, porque no puedo dejar de usar la moto, es mi movilidad de trabajo”, lamentó Raúl Salvatierra.
“El Gobierno debería poner un tope, no dejar aumentar por lo menos para darle estabilidad”, consideró Ricardo -prefirió preservar el apellido-. Y agregó “se sabe que sube la nafta y eso hace que los otros precios se actualicen, yo consumo $ 10.000 semanales cuando antes cargaba $ 5.000 y estaba bien”.
Paula y Luis consideraron esta suba significativa; y afirmaron que los funcionarios deberían trabajar en bajar los precios. “Los aumentos se dan de manera muy seguida; no estábamos al tanto. Deben bajar el precio de la comida porque sube la nafta y sube todo, nosotros gastamos $ 3.000”, dijeron.
Para algunos conductores el combustible resulta vital; es el caso de taxistas y de cadetes de deliveries, entre otros. Horacio, un taxista, explicó que esta medida afecta en su trabajo y recordó: “ya van dos aumentos que venimos sufriendo, tengo que cargar $ 2.500 de nafta, no lleno el tanque”. Además se refirió a su economía en general. “Tengo que pagar la cuota del auto y vivir”, protestó. Y apuntó contra los funcionarios públicos. “Ningún Gobierno pudo parar los aumentos en combustible, la inflación que se vive la economía en general está mal”, puntualizó.
Luis, repartidor, también se quejó. “Las subas son una costumbre de todos los meses. A todo el mundo le afecta; en mi caso, no puedo reducir el gasto porque laburo con la moto todos los días”, señaló. “Hay gente que no tiene ni para el mate cocido”, concluyó, respecto de la inflación en general.