Juan Pedro Guarino, uno de los jóvenes sobreseídos, es el primer testigo en declarar en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.

Cuando llegó a los Tribunales de Dolores, los periodistas que estaban en la puerta lo interceptaron y le hicieron rápidas preguntas. El joven se limitó a responder que iba a ayudar a la Justicia. 

Durante su declaración, el primero en hacerle preguntas fue el abogado de los papás de Fernando Báez Sosa, Fernando Burlando. “¿Qué pasó el 18 de enero de 2020?”, preguntó el letrado, que le pidió al testigo un relato del día completo.

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“Que yo me acuerde, nos levantamos tarde porque nos acostamos tarde. Fuimos a la playa, volvimos a la casa, nos bañamos, nos cambiamos y nos preparamos. Hablé con una compañera de colegios y fuimos a una casa. Ya habíamos comprado las entradas para ir a Le Brique. El boliche estaba muy lleno de gente”, comenzó el joven.

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Luego dio detalles sobre el alternado de Máximo Thomsen y Matías Benicelli con un grupo del chicos dentro del boliche. "Estaban discutiendo y después me entero que era porque le había tirado un vaso", relató. También dijo que vio cómo sacaron a Thomsen y a los demás acusados del boliche.

Cuando Burlando le preguntó si había hablado con sus compañeros sobre aquel alternado, Guarino respondió que no. También aclaró que salió del boliche por sus propios medios, que a él nadie lo echó del lugar. 

"Salgo caminando por atrás y veo a mi izquierda que Luciano Pertossi está peleando con otro chico. Llego cuando Luciano ya no se estaba peleando más. Voy a ver cómo estaba él. Lo siento en un banco. Viene Ciro Pertossi. Luego escucho gritos a mi derecha, Luciano y Ciro se levantan y se van, imaginé que iban a pelearse de vuelta, no lo podía creer”, indicó y reveló: “Miro, veo a Máximo Thomsen y a un chico tirado en el piso, y después me entero de quién era. Cuando vi eso no lo podía creer, me enojó muchísimo, me fui solo”.

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“¿Por qué no lo podías creer”, preguntó Burlando. “Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones. Había hablado con mi mamá y mi novia que si volvía a pasar me iba a volver de las vacaciones. Nunca lo pude creer”, respondió Guarino.

En tanto, dijo no haber visto cómo le pegaron a Báez Sosa ni con quién discutió ni adentro ni afuera del boliche. “Contame con el panorama que te encontrás”, continuó Burlando. “Algo que no lo podía creer. Máximo al lado de alguien tirado en el piso”, detalló Guarino. “¿Se movía la persona tirada en el piso?”, interrogó el abogado. “Lo que llegué a ver, no”, dijo contundente el joven, que acotó: “Sentí hasta vergüenza, me da mucho dolor”.

El testigo continuó con el detalle pormenorizado de esa madrugada. “Me encuentran llegando a la esquina, luego los detiene a la Policía. Como no participé de la pelea me imaginé que no me iban a frenar, pero como estaba con ellos me frenaron. No podía creer lo que había pasado”, remarcó.