El nuevo año llegó con buenas noticias para algunas zonas productivas por la caída de precipitaciones abundantes que contribuyeron a mitigar la sequía que se extiende sobre buena parte del territorio argentino. Pero, no todas las zonas productivas corrieron con la misma suerte y de acuerdo a relevamientos recientes un 55% del territorio nacional está sufriendo las consecuencias de la falta de agua en sus suelos. Este porcentaje de tierra representa 1,64 millón de km².
Ante este escenario, los informes elaborados por el Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica (Sissa), constataron el serio impacto que tiene la falta de lluvias sobre la totalidad de las regiones productivas de la Argentina en la Mesopotamia, la zona centro norte y también el núcleo agrícola pampeano.
Según el mapeo realizado por el Sissa, una sequía extrema recorre toda el área central de la Argentina hacia el Litoral. Comienza en el norte de Córdoba, pasa por Selva en Santiago del Estero, y en Santa Fe por Ceres, todos los Bajos Submeridionales santafesinos, hasta Reconquista, y subiendo allí hasta las ciudades de Resistencia y Corrientes.
A nivel país, el SISSA refirió que el 45,52% se encuentra “no seco”, pero el resto en la siguiente situación: un 22,19% del territorio argentino (unos 555.812 km²) exhibe una situación de “sequía moderada”, otro 14,39% (360.466 km²), muestran una “sequía severa”, un 8,9% (222.939 km2), un área “anormalmente seca”, un 7,43% (186.148 km²), con “sequía extrema”, y otro 1,57% (39.384 km²), con un estado de “sequía excepcional”. Es decir, el 54,48% del país se encuentra atravesado por la ausencia de precipitaciones.
Aunque en medio de este panorama una de las áreas con déficit más significativo son el norte y el este de la provincia de Buenos Aires, en donde llovió hasta 500 milímetros (mm) menos de lo normal, también se destaca Corrientes, donde en algunas localidades se registran hasta 600 milímetros menos de lo normal. En esta lista siguen las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, San Luis, sur de La Rioja, este de Mendoza, Chaco, Santiago del Estero, Tucumán, Formosa y este de Salta (entre 300 y 400 mm menos de lo normal en algunas áreas).
Proyecciones negativas
Los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), para el primer trimestre de este año hay un 50% de posibilidades de que el fenómeno de La Niña continúe vigente con su consecuencia de sequía y altas temperaturas. Y ante tal panorama, los cultivos de maíz, girasol, soja y cereales son los más afectados.
La producción agropecuaria también se ve afectada y eso se refleja en el mercado con los precios a futuro que se están convalidando por valores superiores a los de la venta disponible en la actualidad. Teniendo en cuenta todos estos factores, asesores rurales y productores ya reportan caídas de rendimiento entre un 20% y un al 50%.
Productores locales ya advirtieron sobre las dificultades que afrontarán en las próximas semanas para continuar con la siembra de soja, en caso de que persista la ausencia de precipitaciones y un reciente análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario ya estipuló que será difícil completar la siembre en todo el país bajo estas condiciones. “Hace un año se había cubierto un 65% de la soja de primera; hoy el avance es de un 49% y la incertidumbre es enorme. La siembra sigue acechada por la falta de agua y las altísimas temperaturas que se vienen sosteniendo semana a semana desde noviembre. Tras cada lluvia hay una carrera contrarreloj por aprovechar cada milímetro porque no se sabe cuándo volverá el agua. Las últimas lluvias, las del fin de semana pasado, se corrieron hacia el norte y en vez de ser favorecida Buenos Aires, fue el centro y norte de Córdoba y Santa Fe los sectores que recibieron los mayores montos de milímetros”, precisó el trabajo.
Además, desde el organismo destacaron que en relación a la soja “se logró sembrar más de 8,4 millones de hectáreas, menos de la mitad de las 17,1 millones de hectáreas intencionadas para este ciclo de soja 2022/23. “El retraso respecto al año pasado es de 16%, año que no fue problematizado por la falta de agua a la siembra. Las últimas tandas sembradas muestran emergencias desparejas y pérdidas plántulas”, enfatizaron.
El maíz
En relación al maíz, informaron lo que sembrado de forma temprana hoy “está en condiciones críticas”. “Alrededor de 1,3 a 1,4 millones de hectáreas que lograron sembrarse hasta mediados de octubre en Argentina están en condiciones regulares a malas. El estrés termo hídrico amenaza con pérdidas totales y daños en el potencial de rinde que hoy ya se estiman entre un 50 y 80%. Con los pronósticos que indican la continuidad del patrón seco, hay pocas chances de mejorar”, sostuvieron.
Retrasos en la siembra
Los productores locales remarcan que las lluvias son necesarias para sembrar e iniciar de buena manera la campaña agrícola de este año. Dirigentes de la (Apronor) reconocieron que la situación es alarmante en Tucumán porque las precipitaciones fueron satisfactorias en la zona pedemontana, pero no así en el resto de los campos -más cercanos al límite con Santiago del Estero-. “No se pudo sembrar casi nada y las fechas de la ventana más óptima se nos van”, destacaron.
Pronóstico trimestral para la región
El pronóstico trimestral, publicado por el Servicio Meteorológico Nacional para los meses de enero, febrero y marzo informó que las lluvias estarán dentro de los parámetros normales, en gran parte del país. Para Tucumán y otras provincias del Noroeste (NOA), como Jujuy, Catamarca y La Rioja, se estimaron lluvias por encima de los promedios habituales. En este trimestre se registrará una tendencia hacia una neutralidad en el fenómeno de La Niña.