No se puede lograr un ordenamiento del tránsito sin semáforos, en una ciudad en la que ingresan por día cerca de 284.000 autos. Sin el funcionamiento de uno de esos dispositivos se disparan las bocinas, ocurren choques o la congestión se esparce como un virus por las arterias de San Miguel de Tucumán.
Ayer, fuentes oficiales registraron siete semáforos cuyas luces de tres colores no funcionaban y otros que marcaban sólo dos lamparitas de forma simultánea (si se mira con detenimiento, una de ellas parpadea y la otra está permanente). Pero durante todo el año los mensajes de nuestros lectores dan cuenta de que ese número no es fijo. Las razones por las que no funcionan son muchas y el futuro es rojo: la capital de la provincia no prevé la compra de más dispositivos de señalización. Sin embargo pondrá sus esfuerzos en abrir una licitación para mantener los que ya están: son unos 383 cruces semaforizados en el área central, 136 en la periferia. Algunos de ellos tienen más de 20 años de antigüedad.
A fines de noviembre pasado, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán dejó sin efecto una licitación pública millonaria para el mantenimiento correctivo y preventivo con renovación de tecnología del complejo semafórico. La obra estaba valuada en $ 1.048 millones, con un plazo de ejecución de 48 meses. Entonces, fuentes municipales aseguraron que la licitación no se llevó adelante como consecuencia de los fallos judiciales adversos y presentaciones en contra que tuvo la capital en obras como el Mercado del Norte y el Estacionamiento Medido. La necesidad de recambio -sugieren- se debe a que en las calles hay semáforos instalados en 1996; hay otro grupo de años como 2005, 2007, 2009, 2011 y 2014.
“Siempre quisimos hacer el cambio de tecnología. Pero por ahora licitaremos el mantenimiento solamente. Además, con esta inflación, es difícil que alguien pueda mantenernos la oferta”, confirmó Alfredo Toscano, secretario de Obras Públicas de la Capital. Además resaltó: “la Provincia todo el tiempo está buscando interferir en la gestión para que no se lleven a cabo estos proyectos que hacen bien a la ciudad”.
En números
El costo de una instalación de nuevos semáforos para una esquina, según calculan en la capital, es aproximadamente $ 7,5 millones. Esos dispositivos -a su vez- tienen controladores electrónicos que los conectan a la central de comando. Cada uno de los controladores tiene un costo aproximado de $ 980.000. “Por el creciente número de vehículos que circulan, siempre necesitaremos más semáforos. De todas formas, se pueden comprar unos pocos semáforos a medida que se van rompiendo, pero otra cosa es comprar a gran escala para hacer el recambio de nuevas tecnologías.”, agregó Toscano.
Descartada esa posibilidad en un futuro cercano, el arreglo de las partes en mal estado por el paso del tiempo o por el vandalismo es la solución actual que pueden dar desde 9 de Julio 598. “Se dañan por variaciones de tensión, por cortocircuitos, por caída de rayos, por fin de la vida útil, entre otras cuestiones. El costo de sus componentes es variable; sus componentes son fuentes, placas CPU, placas de salida de lámparas. Las reparaciones de esas partes oscilan entre $ 3.000 y $ 10.000”, añadió el funcionario municipal.
Festejos mundialistas
La plaza Independencia colmada de tucumanos vestidos en celeste y blanco, festejando por la victoria de la selección argentina, tuvo su costo para el Municipio: según Enrique Romero, subsecretario de Tránsito y Transporte Operativo, ese 18 de diciembre se dañaron unos 25 semáforos. “La administración propia los va reparando día a día. Hoy tenemos siete que no están en funcionamiento: en 24 de Septiembre y Monteagudo, en avenida Ejército del Norte y México (‘un parrillero quema las plaquetas cuando prende el fuego), en avenida Colón y avenida Roca, hasta ayer estaba sin prenderse el de avenida Mitre y San Martín, y los dos de 9 de Julio primera y segunda cuadras (‘debido a la obra de semipeatonalización’). Lo que pasó en el Mundial es que golpearon demasiado a los semáforos y rompieron las plaquetas. Eso sucede día a día con los limpiavidrios que hacen lo mismo en cualquier esquina”, afirmó Romero.
Otro punto que resaltó el funcionario de Tránsito es que los cortes de luz de la red eléctrica también “descalibran” la sincronización de los semáforos; mientras que las dobles luces en simultáneo que marcan algunos semáforos del centro se debe a que cuando se quema una de las ópticas, la reemplazan con lámparas led, ya que las originales son difíciles de conseguir. “Es mejor hacer esto que dejar un semáforo apagado”, dijo.
Prioridades
El bienestar de los vecinos y el buen funcionamiento de la ciudad no es prioridad de la Intendencia, según el concejal bussista Eduardo Verón Guerra, integrante de la comisión de Obras Públicas del Concejo capitalino. “Hoy nos encontramos con muchísimos semáforos sin funcionar, producto de una gestión que no pudo o no quiso solucionar tan importante tema que hace a la vida diaria de todos los vecinos; semáforos que, en muchos casos, no son respetados ni por los que tienen a su cargo un vehículo, producto de una pésima gestión en materia de seguridad vial”, opinó. “Este conflicto -añadió- entre Municipio y la empresa prestataria del servicio de mantenimiento de los complejos de semáforos (Lesko) viene de larga data y como está a la vista de todos, sigue sin solucionarse, en una ciudad caótica donde lo único que crecieron fueron los baches, las infracciones y el desgobierno”.
Por otra parte, el edil dijo que los concejales del bloque de Fuerza Republicana elevarán un pedido de informe para que el Ejecutivo Municipal responda acerca de cuándo se abocará a solucionar el problema del complejo semaforizado. “Vemos con preocupación cómo se está abarrotando la ciudad con enormes gigantografías publicitarias ante el inminente comienzo de la etapa electoral. Entonces, si hay dinero para publicidad, cuanto más debe haber para solucionar el tema de los semáforos”, resaltó Verón Guerra.
LA GACETA halló otros semáforos desactivados
Según un relevamiento que hizo nuestro diario, hasta ayer no funcionaban los semáforos ubicados en las siguientes esquinas: Manuel Alberti y Francisco de Aguirre; Francisco de Aguirre y República del Líbano; Sargento Cabral y Belgrano; Castelli y Belgrano; y Güemes y avenida Roca. En cada una de esas esquinas el tránsito se volvió intenso y peligroso. Por otra parte, algunos semáforos peatonales también fallan, como el de avenida Roca y Juan B. Terán. En esos casos, el conteo para el paso de quienes van a pie a veces se hace más largo de lo habitual o se corta de manera inesperada, dejando a los peatones en una encrucijada: seguir adelante o hacer marcha atrás.
Mirada al futuro para mayor fluidez
Investigadores de la Universidad de Aston en Birmingham (Inglaterra) expusieron en 2022 un nuevo sistema de semáforos con inteligencia artificial que sería capaz de poner fin a la congestión vehicular. El desarrollo lee imágenes de las cámaras de los semáforos en directo y adapta los equipos para mantener el tráfico en movimiento de la mejor manera posible y reducir la congestión. Se anunció que es tan eficaz porque utiliza el aprendizaje por refuerzo profundo, lo que significa que adapta sus procesos cuando no lo hace bien, intenta un curso de acción diferente, y sigue mejorando cuando progresa.