Una de las ofertas más atrayentes y predilectas de los viajeros que ofrece el turismo tucumano es el paseo por la Casa Histórica, siempre cautivante debido a su reminiscencia del pasado, la cultura y el arte. Recientemente algo cambió: la propuesta museística se renovó con un guión que, sin perder de vista los aportes historiográficos sobre el hecho político de la Independencia, incorpora una mirada social y crítica acerca de ese período.
Estas nuevas salas, reinauguradas en diciembre, transformaron la experiencia del visitante al hacer foco en la accesibilidad, el factor social y los testimonios vivenciales en torno a 1816.
Por eso, entre tantos destinos nacionales, sigue siendo una buena opción turística de excelencia. Así lo confirmaron familias de turistas llegados de distintos puntos del país con los que habló LA GACETA, como la de Fabiana Lorca, que vino acompañada con sus familiares desde Tigre, Buenos Aires. “Nosotros ya la conocemos, siempre que visitamos a Tucumán venimos acá; es nuestro punto de encuentro, pero ahora queremos mostrársela a mi yerno”, comentó.
El novio de su hija, Facundo Herrera, habló de las distintas emociones que despierta el solar: “Hace rato quería conocerla porque de pibito la estudié y siempre la veía en los libros de la escuela, tenía muchas ganas de estar aquí en persona”.
La Casa Histórica - Museo Nacional de la Independencia (Congreso 141) está abierta para el público de martes a domingos, de 9 a 13 y de 16 a 20, y la entrada es libre y gratuita. En esos mismos días, pero a las 20.30, se puede presenciar el espectáculo “Luces y Sonidos de la Independencia”, totalmente renovado y con una puesta tecnológica a la altura de los mejores del mundo. Para participar de la función se debe realizar una inscripción previa en la entrada del Museo. Los horarios de las visitas guiadas son de martes a domingos en los turnos de 10.30, 11.30 16.30 y 17.30.
El grupo ya paseó por otros lugares, como el dique El Cadillal, y anticipó sus planes de seguir recorriendo para llegar a Tafí del Valle y a San Javier.
Otro joven turista que disfrutó de las renovadas instalaciones fue Agustín Artifoni, de 18 años, hijo de Aldana Alonso y Pablo Artifoni, provenientes de Córdoba. Sobre el museo, comentó: “me gustó mucho, en especial la proyección de la batalla de Tucumán y la estrategia que desarrollaron. Siempre me enseñaron a defender la Patria por lo que fue muy interesante ver lo que se vivió en esos momentos”.
La familia cordobesa visita por primera vez Tucumán, y se encontró maravillada con lo visto. “No conocíamos y veníamos con la expectativa de visitar el lugar donde se gestó la independencia… Es realmente muy bonito, en especial la parte de la inclusión del sistema braille, la tecnología, es muy moderno todo”, destacó Aldana, a lo que su esposo agregó: “Es verdad, y además estar en la sala donde fue la jura de la independencia fue una experiencia movilizante”.
Pasaron ambas fiestas aquí, en un viaje cuyo objetivo principal fue recorrer todo el norte, visitando zonas como Tafí del Valle y los Valles Calchaquíes.
LA GACETA también conversó con Mercedes Sandoval, Oscar, Enzo y Gisela Ibarra, llegados desde Pablo Nogués, provincia de Buenos Aires. Están de vacaciones descansando en Simoca, y recorrieron ya otros lugares, incluyendo la cancha de Atlético de Tucumán.
Acerca de la Casa Histórica, Oscar la calificó como “hermosa, lo mejor para visitar; entro acá y no puedo creer que tenga más de 200 años.”
Sobre la inclusión femenina en el guión que se narra, su hija Gisela expresó: “Es muy lindo que incluyan la historia de las mujeres, me saqué fotos con los carteles. Se siente como esa cosa histórica, es increíble poder recorrer un lugar y aprender algo tan importante como la independencia”.
Cecilia Guerra Orozco, la directora de la Casa Histórica de Tucumán, evaluó la afluencia de público: “Tuvimos un buen año en 2022, vino muchísima gente, en especial turistas; nos visitaron 260.000 personas”.
Desde la institución desean seguir incorporando elementos como talleres y distintas actividades. Su lema para 2023 es “El museo y las comunidades”. Adelantó que “la programación de la semana que viene prevé una organización horaria que incluya semanalmente una hora silenciosa para las personas con TEA y códigos QR que faciliten el guión en lengua de señas argentina”. Así es una Casa Histórica viva, que respira y está en cambio, siempre respetando el pasado.