Rodrigo Alejandro Romano, de 27 años, murió el viernes tras ser acribillado. La víctima iba en moto por calle Alberti al 1.300 y, al llegar a la esquina con calle Chile, fue rodeada por al menos cuatro sujetos que le reprocharon algo y luego sacaron armas de fuego. Dispararon contra Romano, que terminó recibiendo el impacto de cuatro proyectiles.

La madre, con la ayuda de algunos vecinos del barrio Juan XXIII (“La Bombilla”), trasladó a Romano hasta el Centro de Salud, donde se confirmó su deceso porque una de las balas le había atravesado el tórax y había afectado órganos vitales.

En el caso tomó intervención la Fiscalía de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos, quien encargó al prosecretario Javier González Lonch las tareas iniciales de la investigación.

En la escena del crimen se encontraron vainas servidas. Por su parte, la división Homicidios de la Policía, al mando de los comisarios Adrián Moreno y Oscar Juárez tomaron testimonios de algunos testigos.

Identificados

Según se informó, la madre de Romano señaló que los autores del hecho serían cuatro hermanos de apellido Rojas. Los investigadores consideran que el ataque podría deberse a una enemistad de vieja data entre la víctima y sus asesinos. Efectivos de la comisaría 6ª junto a otras unidades especializadas estaban abocados a la búsqueda de los sospechosos.

En el caso además intervino el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales para el abordaje de la escena del crimen y para el análisis de las vainas halladas en el lugar.