Un verdadero milagro de año nuevo se produjo en un cuartel de bomberos. Dos voluntarios le salvaron la vida a una bebé que se había ahogado con leche materna y había llegado al lugar sin signos vitales.

El hecho ocurrió en la localidad de Chimbas, San Juan. Roberto Robledo y Daniel Pereyra se encontraban de guardia cuando recibieron un llamado de la familia de la beba, solicitando ayuda ya que la niña no respiraba.

Minutos más tarde, los mismos familiares llegaron hasta la puerta del cuartel de bomberos con la beba en brazos, en busca de ayuda.

"La recibí y me informaron que la bebé estaba ahogada. Cuando la revisé vi que no respiraba nada, por lo que le practiqué la maniobra de Heimlich para lograr que resucitara", afirmó Roberto al diario La Provincia SJ, reprodujo Clarín.

Y añadió: "En primera instancia respiró unos dos o tres segundos y se volvió a ahogar. Le seguí practicando las maniobras por un minuto y medio o dos, y ahí logré que la bebé se desahogue y que respirara por sus propios medios".

El hombre sostuvo, además, que más allá del nerviosismo y todo lo demás, “se pudo trabajar coordinadamente con los familiares de la bebé”.

“La situación de anoche aún no se la pude contar a mi familia porque todavía no me retiro de la guardia, pero cuando me desestrese un poco los voy a llamar para contarles. Es algo que no tiene nombre, no sé cómo explicarlo. Es muy grande, muy bonito”, señaló.

Luego de que lograron estabilizarla, la pequeña fue trasladada al centro de salud Baez Laspiur, donde tras la primera revisión se constató que su estado de salud era bueno.