En muchas ocasiones, una obra de teatro no termina cuando el texto dramático concluye. Sigue latiendo en el público y lo convoca a buscar contacto con los artistas que, desde el escenario, reflejaron momentos o situaciones con las que se identificaron.

A pocas horas de terminar 2022, el teatro tucumano sigue activo. Esta noche, a las 21 y en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265) se repondrá “El loco y la camisa”, la obra de Nelson Valente con las actuaciones de Ricardo Podazza, Lili Juárez, Emanuel Rodríguez, Cande Matías y Agustín Perelmut, dirigidos por Vivi Perea, acerca de una familia de clase media que recibe al novio de la hija del matrimonio y hermana de Beto, hecho que devela prejuicios, ocultamientos y conflictos.

“Sabíamos que en Buenos Aires había funcionado muy bien, pero nuestras expectativas en Tucumán fueron más que superadas. Nos alegra que así sea, pues invita a reflexionar en torno a la salud mental y a la violencia instalada dentro de los hogares. En muchas funciones nos ha sorprendido la cantidad de espectadores que se acercan conmocionados y nos cuentan sus experiencias, sus vivencias y en algunos casos su identificación por tener a alguien con discapacidad en el seno de su familia. Se acercan con lágrimas en los ojos porque sienten impotencia ante la discriminacion, el sentir vergüenza, el no sentirse comprendidos y el no saber cómo actuar en situaciones límite o excepcionales. Sienten la mirada de ese ‘otro’ que a veces lo compadece, lo juzga o lo ignora; sin embargo resulta más fuerte cuando ese otro es un mismo integrante de la familia”, resalta la directora en diálogo con LA GACETA.

El tema de la violencia machista es otro foco de atención para los espectadores: “hubo quienes reconocieron que hasta sienten ganas de levantarse y parar a José (interpretado por Podazza). En cada función hay una mujer que fue violentada o que conoce a alguna amiga o hermana que ha pasado por esa situación. Todo lo que se ve se hace tolerable porque la obra tiene momentos de emoción, de risas, de llantos, de mirarse con el otro y la otra y encontrarse en esa identificación, que a su vez motiva el boca en boca entre los espectadores”, plantea.

Más allá de esta despedida, ya programan el ciclo de 2023 en la Sala Ross donde se estrenó.