El año empezó y concluye con una historia repetida, pero con protagonistas renovados. La utilización de Rayos X y de las nuevas tecnologías en distintos cuadros ante sospechas o anomalías está entregando frecuentemente novedades de grandes autores sobre pinturas ocultas abajo de los trazos más visibles, sea en una reformulación de la idea original, una corrección realizada a tiempo o directamente la reutilización de viejos lienzos o materiales para nuevas obras.

En el arte se habla de “pentimentos”, lo que podría ser traducido del italiano como “arrepentimientos”. Sin embargo, no todos responden a un error que se subsanó (o un cambio por presiones sociales para no mostrar un cuerpo desnudo, como los famosos frescos de la Capilla Sixtina, tapados pudorosamente con pinceladas coloridas sobre las originales de Miguel Ángel). En algunos casos se justifica en aprovechar de otro modo lo que estaba hecho y no convencía.

Con artistas muertos, muchas veces la real motivación será imposible de determinar. Y con los nuevos esta práctica ya no es tan frecuente. Pero cada tanto suegen noticias como en enero de este año, cuando se supo que el “Varón de los dolores”, de Sandro Botticelli, tenía los rostros invertidos de una Virgen y de un Niño Jesús cubiertos bajo capas de óleo sobre un panel de álamo (soporte habitual para la plástica del siglo XVI), posiblemente un estudio a partir de íconos religiosos griegos, a criterio de Chris Apostle, vicepresidente y director de Pinturas de los Maestros Antiguos de Sotheby’s en Nueva York, donde se subastó el cuadro.

LO OCULTO. Un retrato indefinido de Paul Cézanne, visto en Rayos X.

A esa novedad le sucedieron otras más de igual tenor durante todo el año, como en abril, cuando el Museo Pablo Picasso anunció que dos obras del periodo azul del artista español, “Naturaleza muerta” (de 1901) y “Azoteas de Barcelona” (1903), habían sido hechas sobre otras imágenes.

Y recientemente hubo un nuevo y sorprendente hallazgo, según difundió BBC News. En el Museo de Arte de Cincinnati se determinó que debajo de “Naturaleza muerta con pan y huevos”, que pintó el posimpresionista francés Paul Cézanne en 1865 y patrimonio de la entidad desde 1995, había una creación previa. La pesquisa comenzó cuando la curadora jefa, Serena Urry, lexaminaba la pieza para un posible tratamiento y limpieza, detectó unas viejas rasgaduras y divisó un retrato “bien definido” que incluso podría ser del mismo pintor.

Entre las teorías de por qué repintó su cuadro, y que seguirán siendo investigadas, figuran que el autor (de 20 años cuando realizó su “Naturaleza...”) reutilizó una base que ya tenía una pintura o que fue un experimento artístico que le salió mal, en un momento en que Cézanne intentaba una técnica en la que empleaba una espátula para aplicar color.

“Queremos hacer un seguimiento en los próximos meses y años mediante la realización de más imágenes y análisis de la pintura e investigación sobre el tema del retrato, idealmente en asociación con una institución bien equipada para el estudio técnico y con los principales académicos de Cézanne”, anunció Peter Bell, conservador de pinturas europeas del museo.

En la lista de los perfeccionistas que trabajaban sobre sus cuadros una y otra vez, el español Diego Velázquez es un nombre recurrente. Nada parecía estar absolutamente terminado para el sevillano, que repasaba una y otra vez los detalles que, con el paso del tiempo, se volvieron visibles: en su Retrato de Felipe IV, el monarca aparece con una tercera pierna; en su Felipe IV, el caballo que monta tiene duplicadas sus patas y en su célebre Las Meninas, el enano Nicolasito Pertusato tiene cuatro piernas.

Lo social tiene fuerza propia, como lo vivió el norteamericano John Singer Sargent que decidió ocultar el nombre de su retratada Virginie Amélie Avegno Gautreau, y pasó a llamarla Madame X por las críticas que recibió en el Salón de París de 1884.

Y otras veces fue lo económico. Vincent Van Gogh reutilizó muchísimos de sus lienzos por su imposibilidad de comprar nuevos: “Naturaleza muerta floral con amapolas y rosas”, por ejemplo, tenía abajo a dos hombres luchando.