Refuerzos: A la fecha, la máxima preocupación de los hinchas pasa por la ausencia de refuerzos. Aunque Lucas Pusineri se muestre calmo, el entrenador es consciente que el equipo necesita de la llegada de jugadores para afrontar el 2023 de buena manera y sobre todo para poder cumplir con los objetivos trazados para una temporada que iniciará en un mes.

Atlético Tucumán podría perder a Manuel Capasso

El stand by, propuesto por las fiestas, les da un cierto margen a los dirigentes para acelerar con las negociaciones y desde la “CD” prometen aprovecharlo. “Está previsto que antes de fin de año tengamos novedades, dos o tres refuerzos que se sumen a los entrenamientos el 3 de enero, cuando el equipo retome las actividades”, confían desde la mesa chica de dirigentes “decanos”.

Atlético Tucumán: Pusineri no se desespera

Está claro que esta vez no hay urgencias, como hace un año que todo parecía tan frágil que la tardía llegada de refuerzos no hacía más que exaltar a los fanáticos que temían por los promedios. Pero claro, que la realidad sea otra no significa que no existan las exigencias, el hincha de Atlético siempre pide más. Y si en la Liga Profesional se estuvo a un paso de conseguir algo histórico, los fanáticos querrán que ese deseo se cumpla en 2023 y por eso cuestionan, reclaman y esperan. Así debe ser.

En la danza de nombres hay muchos, nada certero. Wilson Ibarrola, Marcelo Estigarribia y Héctor Fértoli son algunos de los que están en carpeta. Además, se busca un arquero, tres volantes y un central (en el caso que Manuel Capasso salga –fue ofrecido por su representante a Vasco Da Gama- serán dos los centrales por traer).

Falta para las confirmaciones, a armarse de paciencia y esperar. Los refuerzos llegarán.

 Objetivos: Atlético se quedó en la puerta de una clasificación internacional, fue un golpe que dolió y no solo por la experiencia y exposición que significa recorrer el continente (Atlético lo sabe porque participó cinco veces en torneos organizados por Conmebol), sino también por el ingreso económico que eso conlleva. Además, se sabe, los jugadores están más predispuestos a reforzar un equipo que juega internacionalmente, pero esa es otra historia. Vamos a los objetivos que tendrá el “decano” en el 2023 que está a la vuelta de la esquina:

Liga Profesional: El camino de Atlético en este torneo comenzará ante Boca (último campeón) en “La Bombonera” y tendrá una duración de 27 fechas. Con 11 equipos distraídos, jugando la Copa Libertadores o Copa Sudamericana, éste podría ser el torneo en el que Atlético pueda sumar muchos puntos de cara a la clasificación a los torneos internacionales 2024, porque hay muchos en juego y después de invierno para la tabla anual, sólo sumaran 13 (la mitad que en la primera parte) partidos de la Copa de la Liga. Este primer torneo del año será largo, desgastante en lo físico y en lo mental, Atlético ya tiene experiencia en eso, fue animador de la última edición.Copa de la Liga Profesional: se jugará desde agosto. Serán dos zonas de 14. Atlético estará en el grupo A, junto a: Vélez, Barracas Central, Argentinos, River, Arsenal, Instituto, Rosario Central, Huracán, Banfield, Gimnasia de La Plata, Talleres, Independiente y Colón. El “decano” enfrentará a todos los de su zona y además jugará con Central Córdoba en la fecha de clásicos interzonales. Una vez disputada esa primera fase (en la que los puntos sumarán para la tabla anual de clasificación a copas internacionales), los cuatro primeros de cada zona se enfrentarán en los playoffs, hasta conocer el campeón.Copa Argentina: aquí deben apuntar los cañones de 25 de Mayo y Chile. Luego de la última edición de esta copa, que consagró a Patronato, y teniendo en cuenta que Atlético no corre riesgos en la tabla de los promedios, no sería descabellado que Lucas Pusineri se plantee esto como principal objetivo. La Copa Argentina, además de entregar premios en efectivo en cada serie, es un camino recortado hacia el título y la Copa Libertadores. Son seis partidos con mucho en juego, en 2017 Atlético fue finalista. El primer cruce será ante Estudiantes de Rio Cuarto, que milita en la Primera Nacional. Todavía no hay fecha asignada, pero el gran sueño de los hinchas está en la Copa local, en la que está demostrado que cualquiera le gana a cualquiera. Veremos qué pasa.


 Fortalezas: Teniendo como experiencia lo vivido en 2022, Atlético debe apoyarse en la localía, donde se hace muy fuerte, pero también en el cuerpo técnico y en los jugadores con experiencia. Pusineri y su equipo de trabajo ya demostraron lo que debían demostrar. Ahora los dirigentes deberán confiar en ellos, armarle un equipo a la altura de las pretensiones del CT y esperar que los resultados deportivos lleguen.

Además, el plantel cuenta con jugadores muy experimentados capaces de guiar al resto: Guillermo Acosta, Bruno Bianchi y Cristian Menéndez son los abanderados en esa faceta. Todos líderes positivos que ayudaron a que el club encuentre el rumbo tras un 2020 y 2021 para el olvido. De los hinchas, ni hablar. Cada vez que Atlético juega un partido de local el “José Fierro” explota. Intimida a los rivales y empuja a los propios, este punto es clave e incondicional. Atlético tiene con qué ilusionarse.

 Debilidades: Se fueron tres pilares del funcionamiento de Pusineri y se podrían ir más. A pesar de las negociaciones todavía no llegaron los refuerzos. Será difícil reemplazar a la jerarquía de Carlos Lampe, Tomás Marchiori espera por su turno, pero sin lugar a dudas, necesita alguien que le pelee el puesto para que esa competencia interna lo mejore mucho más. Ramiro Carrera era el motor del equipo, solidario para ayudar en la marca, explosivo para pasar al ataque. Jugando como volante fue el goleador del año en Atlético. Llevó su fútbol y sacrificio hacia México, a cambio de unos buenos dólares, habrá que dar en la tecla con los refuerzos para que el equipo no lo extrañe. Augusto Lotti hizo goles importantes y un desgaste tremendo por el equipo en cada partido. Es verdad que en el puesto Atlético tiene a Ignacio Maestro Puch y Cristian Menéndez, pero Lotti fue uno de los delanteros que más jugó con Pusineri, su salida también fue resarcida en lo económico, pero el “9” de área es un puesto que escasea en el país, el apuntado allí es Marcelo Estigarribia. Alguien tiene que llegar, mientras antes sea, mejor.