“Esta vez la suspensión no fue culpa de la Justicia; fue una irresponsabilidad por parte de una de las querellas. No sabemos si la abogada no notificó a sus representados o si hubo otros motivos por los que no se presentaron para el inicio del juicio”, explicó Ana Lía Porcel, quien lamentó que por ese imprevisto el juicio por el crimen de su padre, José “Pepe” Porcel (80 años) y de otras dos víctimas se postergó una vez más. Por falta de espacio en el calendario, el caso se pasó para febrero de 2023, luego de la feria judicial.
Por la ausencia de una de las partes, la jueza Stella Maris Arce debió reprogramar la audiencia.
Dos imputados serán juzgados por el crimen de Antonio Gómez, ocurrido el 15 de noviembre de 2019 en una finca de La Marta, por el de Damián Gómez, sucedido el 3 de enero de 2020 en Tala Pozo y por el de Porcel, que se registró el 26 de junio de 2020 en La Ramada de Abajo. Tras ese último hecho, los acusados dejaron pistas que terminaron vinculándolos en los tres casos.
Asalto y crimen
El día que una banda de al menos cuatro asaltantes atacó a Porcel, un joven se había presentado en su casa pidiéndole ayuda para arreglar una moto. “Pepe”, junto a un empleado de la finca, lo auxilió. Mientras el peón rural iba camino a buscar unas herramientas a un galpón, fue reducido y atado por otro de los ladrones que apareció por detrás del campo. Además, otros de los criminales bajaron de un auto VW Gol y con un arma de fuego comenzaron a amenazar a Porcel para que les entregara todo el dinero que tuviera. En ese contexto, le dispararon en el pecho y le causaron la muerte.
Los delincuentes escaparon llevándose, entre otras cosas, un cachorro. Se movilizaron dos en la moto y otros dos en el VW Gol, pero en algún punto de la ruta 317 quienes iban en el auto perdieron el control del vehículo y volcaron. Algunos vecinos, al entender que se trataba de delincuentes, quemaron el auto y redujeron a los sospechosos hasta que llegó la Policía. Los detenidos fueron identificados como Juan Alfredo Acosta (de 39 años) y Marcelo Alderete (31).
Al profundizar la investigación, la fiscala Adriana Giannoni junto a los comisarios Diego Bernachi y Juana Estequiño, encontró indicios de que estos dos acusados podían estar vinculados en los otros dos crímenes ocurridos en fincas de Burruyacu. Mediante allanamientos sumaron evidencias para reforzar esa teoría que había surgido en base a que el modus operandi de los tres casos había sido prácticamente idéntico.
A su vez, solo por el crimen de Porcel, también se acusó y se detuvo a José Ramón Rojas, de 26 años, y a Antonio Ismael Sánchez, de 24 años. Para los cuatro mencionados se pidió la elevación a juicio por el caso de La Ramada de Abajo pero, judicialmente, se optó por compilar los cargos en contra de Alderete y Acosta, quienes podrían afrontar una pena de prisión perpetua si fueran hallados culpables de los tres hechos.