La polla familiar se definió antes de la final porque la Tía Mimí, que no sabe nada de la redonda y que se pasa la vida de jubilada (era profesora), leyendo, tejiendo y “quineliando”, les sacó más de siete puntos a los sobrinos expertos en futbología. Se vienen épocas difíciles en la familia, momentos de pagar y cumplir con la bolsa del premio, aunque el premiado sea alguien muy cercano.

- Sobrino 1: ¡Ya ganó la polla tía! ¡Qué capa! Cuente su razonamiento.

- Sobrino 2: ¿Qué no sabés que la tía vio a Mbappé y creyó que era de Marruecos? Entonces dijo que ganaba “el equipo de este”. Yo le puse claro Francia. Creyó que había perdido cuando le expliqué.

- Tía: Gracias lindos, me confundí un poco. No es la Francia de Charles De Gaulle. Tuve razón, pero las premisas eran malas.

- Sobrino 1: ¿Qué? Tía fue un zapallazo grande como una casa.

- Tía: Lindo, así es la timba. Y como con la timba no se jode, mañana me pagan.

- Sobrino 1: Ehhh… Le doy después.

-Sobrino 2: Sí, sí. Invite un asado con la plata.

- Tía: Oigan lindos. No los saludo ni les hago medio regalo o favor si no me tienen la plata. No se jode con la timba.

- Sobrino 1: ¡Perdon! es que usted está bien de plata, es sabia. ¿Qué le hacen $100.000?

- Tía: No voy a gastarlos en ustedes, ni en zapatillas, para no pisar la suerte. Pero esto es un trato. No hay tensión si no se paga. Un amigo mío decía que jugar a la Loba sin enganche pagado es como verla a la mujer suya en ropa interior.

- Sobrino 2: Juaa. Usted tía es tan culta, pensaba que no iba a mostrar los colmillos con los sobrinos estudiantes.

- Tía: Pagando estaba la gansa.

- Sobrino 1: ¿Qué?

- Tía: es un viejo dicho español. Los del litoral lo hicieron muy popular en el país. Les copio la historia, que si no es cierta lo mismo es linda, que me la contó mi amigo Rodi Negri…

“Tal vez muchos ignoran que esa frase surgió por un hecho ocurrido en Entre Ríos. Allá por mediados del siglo XIX, en la zona de San José (a la vera del río Uruguay) donde existía un poderoso hacendado. Era enemigo acérrimo del general Justo José de Urquiza, apellidado Rodríguez Álzaga, pero que era más conocido por su apodo. Popularmente le llamaban “La Gansa”. En su enemistad con don Justo José, él pretendió conformar una fuerza política cosechando la simpatía de los peones de sus estancias y los de la zona. Para ello, se dirigía todas las noches a la pulpería del lugar e invitaba tragos para todos. A pesar de que su proyecto político quedó trunco en poco tiempo, la costumbre en la pulpería se arraigó y permaneció. Así, al final de cada noche, alguien gritaba “poniendo estaba la Gansa”, haciendo entender que era el pobre Rodríguez Álzaga el que debía cargar con la cuenta de todos….”

- Tía: Ustedes tienen que pagar su parte. Pero pagar…

- Sobrino 1: Jajaja. No se preocupe, mañana me dedicaré a recaudar y llevarle. Una cosa, ¿cómo sale el partido de mañana (por hoy)?

- Tía: Mmmm. Bueno, 3 a 0.

- Sobrino 2: Ojalita tía. ¿Por qué dice eso?

- Tía: es que nuestro centro foward es imparable…

- Sobrino: ¿De dónde saca esos conocimientos inesperados?

- Tía: Lindo, son años de leer Beto Navarra.