El 17/10 “La Nación” publicó una carta del lector Maurette, quien alienta y cree en la esperanza y el futuro en nuestro país. Casualmente, fue publicada, simultáneamente, con dos textos editoriales que, claramente, desnudan las dos más importantes razones por las cuales Argentina, desde hace décadas, viene en caída libre, como consecuencia de las medidas políticas y económicas repetitivas y erróneas de nuestros gobernantes y/o “genios” economistas. Una se refiere a “La gran estafa educativa”, en la cual la investigadora del Conicet Ana Borzone reconoce que la escuela de hoy sólo consolida el círculo de la pobreza y profundiza las desigualdades. La misma comparte con la ONG “Misiones Rurales Argentinas” (Mendoza), el programa “Queremos Aprender”. Allí se contempla la alfabetización a partir de los 3 años y, ya en cuatro meses, los chicos leen y escriben palabras, evitando, de esta forma, los errores metodológicos que retrasan el aprendizaje. A su vez, insiste, como varios especialistas, en el gran valor y “aporte neurológico” de la “letra cursiva”. El otro texto editorial se titula “Pobreza, retraso e indignidad” y se refiere a los 17 millones de pobres, 4 millones de indigentes (50% niños) cuyos desarrollos físico y mental, lamentablemente, será deficiente e irreversible, al negárseles una correcta nutrición en sus primeros años de vida. Según la ONU, “la pobreza y la desigualdad no son inevitables; son el resultado de decisiones deliberadas o de la falta de medidas que desempoderan a los más pobres y marginados y violan sus derechos fundamentales, que niegan su humanidad”. Conclusiones de ambos editoriales: La peor crisis, además de la pobreza, retraso e indigencia, es la educativa, dado que sin educación no hay futuro. Conclusión personal: desde hace siglos, para lograr un pueblo inculto e ignorante y dominar a las masas, “pan y circo”.

Marcos A. Machado                             marcos53arg@gmail.com