ROMA, Italia.- Un país que, como Italia, prometió una línea dura sobre la inmigración, recibió ayer a más de 500 migrantes cuando permitió que dos barcos de rescate humanitario atracaran en puertos en el sur del país, después de varios días con mal tiempo en el mar.
El barco Geo Barents, operado por la organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) y que tenía 248 personas a bordo, llegó a Salerno, en la región suroeste de Campania.
Al otro lado del país, el Humanity 1, otro barco de rescate dirigido por la organización humanitaria SOS Humanity, atracó en la ciudad portuaria de Bari después de que las autoridades italianas accedieran a otorgarle el permiso. El barco enfrentó olas de tres metros de altura y fuertes vientos, dijo SOS Humanity en un tuit, con el que confirmó su llegada con 261 personas a bordo.
Cómo responder a las solicitudes de ayuda de los barcos benéficos que recogen a migrantes en el Mediterráneo es un desafío para el nuevo Gobierno de derecha de Italia encabezado por la primera ministro Giorgia Meloni.
Las tensiones con la vecina Francia estallaron el mes pasado después de que los franceses se hicieran cargo de un barco que había sido rechazado por Italia.
Fuentes del Ministerio del Interior italiano dijeron que la decisión de permitir que los dos barcos atracaran se basó en las malas condiciones climáticas y los riesgos que enfrentaban las personas a bordo, en lugar de representar un cambio de política.
Acusa a los barcos benéficos de facilitar que los migrantes económicos lleguen a Italia y de hacerles el juego a los traficantes de personas. (Reuters)