La lluvia se desató como una bendición ayer en Tafí del Valle luego de la agobiante jornada de calor del viernes. Ese día la temperatura máxima superó los 30°. Se trató de un registro inusual para la zona, acostumbrada a la frescura de la serranía.

Pero el alivio tuvo como contrapartida los efectos devastadores de una tormenta que llegó con una precipitación copiosa. Si bien el microcentro de la villa no acusó problemas y se pudieron realizar las actividades que programó la Municipalidad con motivo de la apertura de la nueva temporada turística de verano, hubo múltiples problemas en la zona, incluyendo cortes en la ruta 307, que quedó inhabilitada varias horas.

Los turistas que arribaron a la villa para disfrutar el fin de semana largo se sorprendieron con el alto registro térmico que soportaron hasta la llegada de las precipitaciones. Habían llegado en buen número (la hotelería está ocupada en poco más del 50%) en busca de apaciguar el agobio térmico de la llanura, pero el viernes no lo consiguieron.

Ayer el cambio climático asomó alrededor de las 8, con un fuerte viento seguido de una lluvia torrencial que se prolongó hasta cerca de las 10. En menos de una hora cayeron más de 100 milímetros, según se informó oficialmente. “Hubo desbordes de ríos y acequias y anegamiento de algunos barrios., pero no tuvimos que practicar evacuaciones. Las maquinarias trabajan en la reparación de caminos”, afirmó la secretaria de Gobierno del municipio local, Beatriz Centeno.

La ruta 307 de acceso a los valles resultó cortada en al menos tres sectores en que se produjeron socavones y deslaves. Quedó rehabilitada (con precaución) alrededor de las 15. Personal y maquinarias de Vialidad Provincial trabajaron sin tregua. En el paraje conocido como Los Verros, en el kilómetro 38, se registró el derrumbe de media calzada. Pocos kilómetros antes de llegar al lago La Angostura, un tramo de la ruta 307 sufrió el anegamiento que produjo el desborde del río que corre a la par de la carretera. Los estragos más severos del meteoro se produjeron en El Mollar (ver “En el Mollar”).

“Camino a la villa nos sorprendió la lluvia y la verdad que nos causó mucho miedo. Es que la precipitación era torrencial y no se veía nada. Además pudimos advertir algunos desplomes de piedras. Vinimos rezando hasta aquí. Podíamos haber quedado atrapados en medio del cerro”, le contó a LA GACETA Pedro Agüero, de Santiago del Estero, quien aún revelaba señales del susto experimentado.

Superado el mal momento, se formalizaba anoche (al cierre de esta edición), la ceremonia principal de apertura de la temporada turística en el Complejo Deportivo Democracia, con la presencia de autoridades locales y de la provincia.