IGNACIO BOSSI

COACH DEPORTIVO

Te quiero proponer (a vos lector) esta frase, para mirar a nuestra selección y para mirarnos a nosotros mismos en nuestros proyectos: “Un buen equipo aprende desde sus derrotas; un equipo campeón, hace mucho más, aprende cuando gana”. La imagen: en el segundo tiempo del partido Argentina-México, luego de los goles de Lionel Messi y Enzo Fernández, el cuerpo técnico de Argentina y particularmente el entrenador, Lionel Scaloni, mostraron su emoción y sus lágrimas. ¿Qué podemos apreciar y aprender de esto?

Las lágrimas pueden significar muchas cosas. En el contexto del Mundial estos podrían ser algunas de los beneficios:

• Permitirse la vulnerabilidad. Hasta hace unos años mostrar la vulnerabilidad se veía como una debilidad, un flanco por donde podían atacarnos. Luego de la propuesta, en la conferencia Tedx Houston, de Brene Brown (“El poder de la vulnerabilidad”), esta posibilidad se ha convertido en una llave para crecer. Te recomiendo buscarla en YouTube.

• Sensación de algo que se sana. Si Argentina perdía, este equipo se despedía del torneo y hubiera sido un cierre injusto para un proceso tan positivo. Podemos tener esta sensación y expresarlo emocionalmente, como cuando algo muy importante que esperábamos no estaba funcionando y comienza a cambiar.

Vale la pena, o la alegría, preguntarnos, ¿Qué aprendizaje podemos sacar, para nuestra vida familiar, de lo que sucedió en los tres días entre el partido de la Selección contra Arabia y el partido contra México?

En primer lugar, mantener la tranquilidad del grupo, a cargo del líder o de los referentes, en el periodo de zozobra. En segundo lugar, seguir con la vida aún con dolor. En tercer lugar, tener claro que podemos hacer cambios, a veces muy importantes para seguir y afrontar los desafíos, los que están (como el desánimo) o los que vendrán. Por último, dejar salir las emociones; llorar, si es necesario, bailar o celebrar si logramos una mejoría o alcanzado el objetivo de esta etapa. En los videos post partido, vimos al entrenador bailar dentro del vestuario cantando con los jugadores. ¿Te permites celebrar con los tuyos? ¿Qué clase de vida se vive si no celebramos?

• Desinflar la presión. En el deporte de alta competencia, un poco más que en la vida diaria, la presión es una parte importante de la actividad. Y el logro de un triunfo puede descomprimir el momento. Hay dos tipos de presiones o estrés. Una que nos impulsa al siguiente paso de manera útil y la otra, “la que conspira en contra”, que está relacionada con la preocupación o angustia que genera una parte de nuestro cerebro, y deteriora la calidad de las acciones.

¿Por qué puede haber poder en las lágrimas del entrenador?

Scaloni, nuestro entrenador, es en este momento del torneo uno de los representantes más importantes del pueblo argentino. Hay algo colectivo en el desahogo del entrenador. Estoy seguro que expresan nuestros deseos, sueños y anhelos colectivos. Creo que estos aspectos le dan poder a esas lágrimas:

• Son la manifestación de una rara y gran posibilidad para los argentinos: el manejo del ego. Este desahogo nos muestra como personas humildes y vulnerables, diferentes a nuestra forma más tradicional de expresarnos o mostrarnos: arrogantes.

• La descarga emocional. Las emociones están para sentirlas, para habitarlas, porque si no lo hacemos, encontramos formas negativas de salir a la superficie. En un equipo, la conexión entre los miembros es muy importante y ocultar las emociones es una forma de crear desconexiones. Este ejemplo tiene dos consecuencias positivas: una es convertirse en un facilitador de la posibilidad de descargar las emociones en el equipo (siguiendo la habilitación del líder del equipo, su entrenador) y la otra es facilitar la conexión tan necesaria.

• A través de esta demostración, también se les permite ser humanos. Permitirse no tener que ser los mejores en todo momento. Permitirse los errores. Para dejar ir el miedo a fallar y facilitar la inmersión en un estado de flujo. Y en este “estado de flow” es donde se puede manifestar nuestra mejor versión.

• Los desafíos de la Copa del Mundo necesitan una gran cantidad de aprendizaje. Para ser un alumno eficaz y ágil, debo tener mis vulnerabilidades a mano. De esa manera, soy capaz de trabajar en ellos. Y, en general, el ego bloquea el proceso de aprendizaje.

El equipo campeón será aquel que pueda aprender más y más rápido. Estas lágrimas son una de nuestras “puertas abiertas” a la victoria final