NAIROBI. - Sudán del Sur debe investigar a funcionarios acusados de organizar violaciones colectivas sistemáticas, entre cuyas víctimas hay algunas niñas de tan solo nueve años, dijeron el lunes expertos en derechos de la ONU en una declaración que el gobierno desestimó como una invención. Los investigadores afirman que los abusos sexuales han sido utilizados como arma por todos los bandos en el conflicto civil de Sudán del Sur, que estalló en 2013 y desencadenó la mayor crisis de refugiados de África desde el genocidio ruandés de 1994.
La Comisión de Derechos Humanos de Sudán del Sur dijo que tenía motivos razonables para creer que un comisionado de condado en el estado norteño de Unidad, rico en petróleo, orquestó violaciones en grupo en un campamento militar. Los abusos documentados también incluían decapitaciones, en las que se obligaba a las víctimas de las violaciones a llevar las cabezas cortadas, se quemaba a las víctimas vivas y se producían días de brutales agresiones sexuales, dijeron los expertos de la ONU en un comunicado.
“Las violaciones y la violencia sexual relacionadas con el conflicto en el estado de Unity se han convertido en algo tan sistemático que son el resultado directo de la impunidad”, afirmó Barney Afako, miembro de la comisión. Múltiples testigos afirmaron que el funcionario de Unity planificó y ordenó los ataques, que fueron dirigidos por su adjunto y siguieron patrones sorprendentemente similares en diferentes zonas, según el comunicado.
Michael Makuei, ministro de información y portavoz del gobierno de Sudán del Sur, rechazó la declaración de la comisión por considerarla un invento. “Vienen y se sientan en hoteles aquí en Yuba e inventan estos informes falsos sobre Sudán del Sur para ganarse la vida (...) Lo que digo es que se trata de informes falsos fabricados contra el gobierno”, declaró a Reuters.
La comisión afirmó que los abusos afectan a todas las afiliaciones políticas. Afirmó que un gobernador de la oposición en el estado de Ecuatoria Occidental fue nombrado en su puesto a pesar de ser responsable del secuestro, la violación, la tortura y la esclavitud sexual de más de 400 mujeres y niñas en 2018. (Reuters)