Desde que comenzó el Mundial de Qatar mostró sorpresas para los fanáticos del fútbol. Pero no solo para los seguidores de este popular deporte, sino más bien para todos los ciudadanos del mundo. Un ejemplo muy claro es lo que ocurrió luego de que la selección de Japón sorprendiera con una inesperada victoria ante Alemania por 2 a 1. Más allá del asombro de los periodistas deportivos, hubo un hecho que concentró la atención de las audiencias y ocurrió al final del partido, cuando los jugadores fueron al vestuario y la mayoría del público se retiraba del estadio.

Los hinchas japoneses se pusieron a limpiar las tribunas, donde durante más de dos horas estuvieron sufriendo y celebrando la victoria sobre los alemanes. En ese momento, algunos asistentes observaron a los simpatizantes cómo procedían a ordenar y limpiar todo en cada una de las butacas. Entonces grabaron la escena con sus celulares y rápidamente los videos se viralizaron. Los japoneses se habían quedado esperando que el Estadio Internacional Jalifa se vacíe para limpiar las gradas.

En las imágenes podía verse a los simpatizantes japoneses levantando los residuos del suelo, colocándolos en bolsas azules que sacaron de sus mochilas y acercándolos a la zona de los tachos de basura. Todo en perfecta armonía. De inmediato, los mensajes comenzaron a multiplicarse. “Esta debería ser una práctica universal”; “Los japoneses merecen la victoria, después de los juegos se quedan a limpiar la basura que otros dejan en los estadios”; “Ojalá todos copiemos esta actitud”, fueron algunos de los comentarios de los usuarios.

El 20 de noviembre pasado, fecha del partido inaugural entre Qatar y Ecuador, los hinchas japoneses ya se habían vuelto virales por tener un gesto similar. Ocurrió que los simpatizantes del país asiático que fueron a ver la apertura también se quedaron a limpiar las gradas, pese a que ni siquiera fue su selección la que jugó. Un influencer que presenció esa actitud de los japoneses se acercó a ellos y les preguntó si lo hacían “por la cámara”. “No, no es para la cámara. Los japoneses nunca dejamos que quede basura. Respetamos el lugar”, respondieron. La imagen de los aficionados japoneses limpiando las tribunas ya había llamado la atención en el Mundial Brasil 2014 y en el Mundial de Rusia 2018. La que más sorprendió fue la de la limpieza del estadio ruso de Rostov, tras sufrir una dolorosa derrota ante Bélgica, la cual dejó fuera de la Copa del Mundo al país asiático.

Tal vez no debería ser noticia, pero lo es. Por más lógico que sea el accionar, es algo inédito entre los fanáticos de los 32 países que desembarcaron en Qatar. El respeto sobre el otro y la conciencia de un planeta más limpio y ordenado debería ser una premisa fundamental en cualquier parte del mundo. Para los japoneses ese tipo de comportamientos es parte de su cultura. Es una tradición que los padres y los mayores enseñan a los niños para mantener todos los lugares limpios. Esa conciencia y responsabilidad en Japón es fuerte, y todos la respetan. Pensar en el otro es natural y prioritario, se sabe que si uno no hace las cosas como corresponde, perjudica a los demás.

Allí está el valor de educar con el ejemplo. Los niños que aprenden de los mayores a cuidar el medio ambiente crecen en una cultura del respeto y el orden.