BRASILIA.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, impugnó las elecciones que perdió el mes pasado ante su rival izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, según una denuncia presentada ante las autoridades electorales que alega que los votos de algunas máquinas de votación deberían ser “invalidados”.
Parece poco probable que el reclamo de Bolsonaro llegue lejos, ya que la victoria de Lula ha sido ratificada por el Tribunal Superior Electoral (TSE) y reconocida por los principales políticos de Brasil y sus aliados internacionales. Aún así, podría alimentar un movimiento de protesta pequeño pero comprometido que hasta ahora se ha negado a aceptar el resultado.
Emplazamiento
Alexandre de Moraes, el magistrado de la Corte Suprema que actualmente dirige el TSE, dijo en un fallo visto por Reuters que la coalición electoral derechista de Bolsonaro, que presentó la denuncia, debe pxresentar su auditoría completa para ambas rondas de la votación del mes pasado dentro de las 24 horas, o lo rechazaría.
La coalición de Bolsonaro dijo que su auditoría de la segunda vuelta del 30 de octubre entre Bolsonaro y Lula encontró “señales de un mal funcionamiento irreparable” en algunas máquinas de votación electrónica.
“Fallas graves”
“Había indicios de fallas graves que generan incertidumbres e imposibilitan validar los resultados generados” en modelos más antiguos de las máquinas de votación, dijeron aliados de Bolsonaro en su denuncia. En consecuencia, instaron a que se “invaliden” los votos de esos modelos.
Bolsonaro, un ex capitán del ejército de extrema derecha, ha afirmado durante años que el sistema de votación electrónica del país es susceptible de fraude, sin proporcionar evidencia que lo sustente.
La moneda de Brasil profundizó pérdidas tras la noticia de la denuncia electoral, perdiendo un 1,5% frente al dólar estadounidense en la jornada de la tarde. El real ya estaba sufriendo las preocupaciones de los inversores sobre los planes de gasto de Lula y los responsables de la política económica.
No prosperaría
Fernando Bergallo, jefe de operaciones de FB Capital, dijo que es poco probable que el intento de Bolsonaro de cuestionar los resultados de las elecciones llegue lejos, pero que agregaría “pesimismo a todo lo que ya tenemos”.
Bolsonaro permaneció públicamente en silencio durante casi 48 horas después de que se convocara la elección el 30 de octubre y aún no reconoce la derrota, aunque autorizó a su gobierno a comenzar a prepararse para una transición presidencial .
Bolsonaro, una de las presencias más visibles de Brasil en las redes sociales y en eventos públicos durante los últimos cuatro años, casi ha desaparecido de la vista del público en las últimas tres semanas, con poca o ninguna agenda formal o declaraciones públicas la mayoría de los días. (Reuters)