“Es necesario incentivar el consumo de frutas. Para eso, es necesario dar a conocer sus virtudes y sus beneficios. Actualmente, las campañas que se realizan son muy escasas”, manifestó Betina Ernst, de la consultora Topinfo.

Hay poca renovación: según la autora del informe privado, al consumidor actual le gusta innovar; probar algo diferente, novedoso. “Las industrias utilizan esta táctica para ampliar su clientela. Tal no es el caso de las frutas, hay pocas innovaciones. Además, cuando sale al mercado una nueva variedad o tipo, no se lo suele promocionar, ni diferenciar lo suficiente de las tradicionales”, dijo.

Regreso de viajes, asistir a restaurantes: hay un fuerte vuelco hacia los disfrutes que estaban prohibidos durante la pandemia. Se volvió a viajar y a comer en restaurantes. Los hoteles y restaurantes incorporan pocas frutas en sus menús, de manera que el mayor consumo se da en los hogares.

La ingeniera agrónoma señaló que es fundamental que el sector frutícola, así como los organismos públicos, en especial, los relacionados a la salud, tomen consciencia de la grave situación actual.

“Sería muy bueno que los profesionales de la salud, pero también de otros sectores, como los educadores, cocineros, etcétera, vuelvan a rescatar y valorar las frutas. El gasto de salud a nivel nacional es muy elevado”, añadió.

Un mayor consumo de frutas ayudaría a prevenir las enfermedades que más están preocupando (obesidad, diabetes, cánceres, etcétera) y ayudaría a reducir el elevado gasto actual, enfatizó.

El gran conflicto al que se enfrenta el sector, es que por un lado hubo un importante incremento de costos. Como las ventas cayeron, hay una gran oferta y el productor acepta los bajos precios, dado que prefiere vender antes de perder todo.