En su primer viaje internacional desde que fue elegido presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva llegó a Egipto, donde se espera que diga en las conversaciones sobre el clima de la cumbre de la COP27, “Brasil ha vuelto” a la lucha contra el calentamiento global.

El mes pasado, el líder del Partido de los Trabajadores derrotó al derechista Jair Bolsonaro, quien supervisó la creciente destrucción de la selva amazónica y se negó a acoger la cumbre climática de 2019, originalmente prevista para Brasil.

Lula llegó a la ciudad turística de Sharm al Sheij a primera hora de ayer, y se espera que participe hoy en las conversaciones sobre el clima. El presidente electo prometió un amplio plan para aumentar la aplicación de las leyes medioambientales y crear empleos verdes. Su equipo también trabajó para asegurar una alianza de conservación anunciada el lunes entre las tres mayores naciones con selva tropical: Brasil, República Democrática del Congo e Indonesia.

También tiene previsto reunirse con el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, y mantener una llamada telefónica con el presidente egipcio, Abdul Fatah Khalil Al-Sisi. Su asesora medioambiental, Izabella Teixeira, aseguró que ha recibido más de 10 invitaciones para reuniones bilaterales con representantes de otras naciones.

Se espera que Brasil siga presionando para que las naciones ricas con altas emisiones de gases de efecto invernadero paguen a las pobres por el daño histórico al clima, dijeron asesores que hablaron desde el anonimato .

La ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, indicó que la elección de Lula permitirá renovar la cooperación regional entre los países de la selva amazónica para hacer frente a la deforestación, uno de los principales factores del cambio climático. (Reuters)