“El arte no evoluciona, se enriquece”, fue una de las afirmaciones más tajantes del artista Aníbal Fernández durante la conferencia sobre Timoteo Navarro que ofreció en la Casa Museo Ciudad (ex Casa Sucar, Salta 532), en el marco de la exposición “Yo, Timoteo. El hombre detrás del artista”, organizada por la Municipalidad de la capital. De este modo, tomó distancia con la ciencia.

Fernández (pintor de murales y obras de grandes dimensiones, que es además psicólogo y en toda su carrera ha unido ambas profesiones) partió de la hipótesis de que Navarro fue “neoexpresionista, figurativo y contemporáneo”, comentando influencias de renacentistas como Piero della Francesca y del cubista Juan Gris (de quien tenía un libro) en la importancia de la geometrización. “Esta muestra puede ser un ejemplo de lo que es la creación, la creatividad. Fue un adelantado en su época, por eso podemos hablar de que es contemporáneo”, dijo.

Ayudado por los estudios de Carlos Martínez Bouquet, distinguió clases de creatividad y del juego como motor importante en ese proceso. “La intención de esta charla es aprender a ver y a disfrutar de la obra de Timoteo. Y, para eso, analizaremos desde los pasos del camino creativo del artista hasta la conexión con las escuelas y su manejo técnico”, había anticipado en un video institucional.

“Hay niveles de creatividad, que hay que tomar en cuenta para comprender su obra. La C es la básica, que es la catarsis; pero se consume ahí, no sigue más allá. Todos podemos tenerla y vivirla en algún momento”, señaló. Durante la exposición a sala llena, habló de aquellos que “trascienden las fronteras y los límites y llegan a genios, como un Vincent Van Gogh, un Federico Fellini o un Ástor Piazzolla. Son pocos, ojalá fueran muchos”, nombró. Y ubicó en el nivel B a la mayoría de los pintores, actores, músicos y por qué no los cocineros. Añadió: “aquí ya hay talento; ya hay alguien que puede dar forma a algo”. En otras palabras, en esta creatividad hay algo personal y auténtico.

Explicó que en todo este proceso se observa el resultado, “pero está el autor y el personaje imaginario, que es un interlocutor, que puede ser positivo o negativo y que le dice cosas, le pregunta”.

En un pizarrón que llenó de títulos, nombres y cuadros y luego de imágenes, enseñó sus lecturas sobre Navarro y explicó su trabajo, ante asistentes maduros en su inmensa mayoría, que expresaron su interés ante su ponencia. “Esto no es un axioma, este es un camino que ayuda a entender qué es crear y los niveles de creatividad y a acercarse a la obra”, aseguró.

Martínez Bouquet sostiene que “la creatividad seria básicamente la capacidad de originar formas, de ir desde lo informal a las formas, desde zonas elevadas del ser, niveles donde éste aún no tiene formas, a niveles formales, más próximos a lo manifiesto”. “Crear no es simplemente combinar, si por combinar se entiende meramente disponer, armonizar formas ya existentes; la creación implica paso de nivel”, describe el experto en psicodrama.

El ciclo de conferencias en el marco de la muestra, continuará esta noche a las 20, siempre en la ex Casa Sucar, con “El desafío de conservar la obra de Timoteo Navarro”, a cargo de la restauradora Cecilia Barrionuevo. Ya disertaron en ese espacio Cristina Navarro y el curador de la muestra, Rubén Kempa. La exposición bajará luego de la Noche de los Museos de mañana. La entrada es libre y gratuita.