Con las pulsaciones a mil y la camiseta todavía pegada al cuerpo, la sensación para Huirapuca era la de tristeza por haber quedado a las puertas de su primer título en el Torneo del Interior A. Que Duendes fue superior a lo largo del partido está fuera de discusión, pero en Concepción se habían ilusionado con darle el mejor cierre a una campaña extraordinaria, que incluyó la reconquista del título del NOA después de nueve años. Sin embargo, dando unos pasos para atrás y mirando la foto completa, 2022 terminará siendo un año memorable para Huirapuca. Sobre todo por cómo había comenzado el proceso: con incertidumbres de todo tipo y un plantel superior muy escaso, que recién con el tiempo fue tomando forma y recuperando piezas importantes. Y así, lo que en principio pintaba para ser una temporada de vuelo bajo, con pelea de la permanencia en el Regional de Primera, terminó siendo una campaña espectacular, que no solo lo encumbró como nuevo rey del NOA, sino que lo catapultó a la final del Torneo del Interior contra el siempre poderoso Duendes.

El equipo comandado por Tristán Molinuevo, Federico González, Francisco Herrera y Alejandro Carrier llegó a Rosario envalentonado tras el triunfo de visitante sobre el otro tetracampeón histórico del Torneo, La Tablada. Las polémica sobre lo sucedido en Córdoba el sábado anterior no habían hecho más que combustionar el ánimo de los concepcionenses. Se sabe que, en las finales, el corazón a veces pesa más que el juego mismo.

Pero más allá del desgaste físico y de las bajas que sufrió Huirapuca desde la final del NOA, lo cierto es que en Las Delicias se encontró con un gran rival, que lo superó en todas las facetas del juego. “Huira” golpeó primero con un gran quiebre de Isaac Sprenger, que se filtró entre la defensa y asestó el primer try al minuto 2. Lamentablemente, la superioridad de “Huira” solo llegó hasta ahí. Le costó hacer pie e incluso el viento le jugó en contra al buen juego con el pie que suele hacer Juan Manuel Molinuevo. A los del sur les costó hacer su juego y aprovechar los momentos de posesión, mientras que lo de los rosarinos fue impecable, sobre todo en en el trabajo de forwards: sólidos en las formaciones (en especial el line y el maul) y prolijos en el juego corto. En los últimos metros, implacables. También fue clave la gran actuación del apertura Valentino Di Capua, de 19 años.

El 38-12 (hubo descuento con try de Gastón Raso en el segundo tiempo) refleja la superioridad de Duendes, que jamás bajó el ritmo, pero no habla de la entrega de Huirapuca, que a pesar de todo, entregó todo hasta el final. Lo del equipo de Concepción es igualmente digno de reconocimiento.