En la actualidad se encuentran en el mercado diversas fuentes de fertilizantes nitrogenados. Sin embargo, las de mayor uso son las sintéticas, principalmente urea. Cabe destacar que esta posee una elevada concentración de nitrógeno (46%), pero su efectividad no es alta debido a las pérdidas que sufre, principalmente por volatilización y por lavado.

Con el objetivo de evaluar y de ajustar alternativas más eficientes, el equipo del subprograma Agronomía de la Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), a cargo de Eduardo Romero, viene trabajando con diversas fuentes y alternativas de fertilizantes nitrogenados, cuyo empleo optimice el aprovechamiento de este elemento y disminuyan los costos de su uso. “Es necesario que los productores cañeros de la provincia tengan siempre en cuenta los beneficios que trae para sus cañaverales fertilizar en tiempo y en forma”, dijo Romero durante las jornadas sobre caña de azúcar que realizó la entidad.

Fertilizar con nitrógeno es una de las prácticas de mayor impacto en la productividad del cañaveral y de vital importancia para recuperar los niveles productivos en la próxima campaña. La fertilización nitrogenada puede generar incrementos de hasta 23 toneladas de caña por hectárea, lo que equivale a 27 bolsas de azúcar adicionales de 50 kg -asumiendo un rendimiento fabril de un 10% y una participación del 58%-.

Hoy se necesitan 1,3 bolsa de azúcar para comprar una una bolsa de urea o de nitrato de amonio calcáreo (CAN), teniendo en cuenta el precio de la bolsa de azúcar y una baja de un 31% y de un 22% en el precio de la urea y CAN, respectivamente. Estos valores indican que aun pese al alto precio de los fertilizantes, en esta campaña se puede obtener beneficios de entre 19 y 23 bolsas extra por hectárea. Esto significa que la fertilización es una práctica rentable.