“Existen alternativas al uso de fertilizantes, como aplicar la urea con inhibidores o de otros fertilizantes nitrogenados sólidos disponibles en el mercado”, explicó Pablo Fernández González, técnico del programa Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), en la jornada sobre ese cultivo que organizó la entidad.

Indicó que la función, según el inhibidor usado, es la de inhibir la tasa de hidrólisis de urea en el suelo, lo que permite reducir las pérdidas de este fertilizante por volatilización. Esto último permite una entrega controlada del nitrógeno, lo que lo hace más aprovechable por la planta.

Luis Alonso, del subprograma Mejoramiento y Agronomía de la Caña de Azúcar de la Eeaoc, habló de otra alternativa que logró ser ajustada para su uso en forma comercial en los últimos años, el Nitrato de Amonio Calcáreo (CAN). “Aporta el nitrógeno al cultivo en forma de nitrato y amonio (formas más rápidamente asimilables por la planta), lo que vuelve su uso más eficiente”, dijo.

La gran ventaja de estos últimos productos, es que son aplicados sobre la superficie del surco y sobre los residuos de cosecha, sin que sea necesario incorporarlos al suelo. Esto genera un ahorro económico porque permite el uso de tractores de menor potencia y, por ende, de menor consumo de combustible. Las dosis por hectárea recomendadas, están basadas sobre la eficiencia de las fuentes, entre otros parámetros.

Los técnicos destacaron también el uso de otra alternativa que complementa a las fuentes sintéticas y reduce el costo de la fertilización nitrogenada. Se trata de un “biofertilizante” comercial que ya se encuentra difundido entre los productores y se utiliza en caña soca a una dosis de 10 litros por hectárea complementado media dosis del fertilizante sintético nitrogenado. Para caña planta se recomienda aplicar únicamente el biofertilizante, a igual dosis, lo cual permite el remplazo total del fertilizante sintético.

Fernanda Leggio, de la misma área de la Eeaoc, recalcó que el equipo también viene evaluando diversos bioestimulantes, productos capaces de mejorar los procesos metabólicos de las plantas mediante diferentes mecanismos. Se pueden usar como fertilizantes en caña planta, como complemento de la fertilización nitrogenada sintética y como recuperadores de estrés hídrico.

Por último, es importante destacar que la magnitud de los beneficios que se obtienen mediante la fertilización dependen, en gran medida, de la fertilidad del suelo, del nivel productivo, del número de cortes del cañaveral, de las condiciones de drenaje, del empleo de la dosis adecuada, de la aplicación en tiempo y forma y, en modo significativo, de la eficacia en el control de malezas y de la utilización oportuna y eficiente de todas las tecnologías disponibles.

La entidad agrocientífica sigue trabajando intensamente para ajustar las recomendaciones necesarias para cada situación. Invitan a los productores a comunicarse ante cualquier duda sobre esta importante practica agronómica, como es la fertilización de sus cañaverales.