SEÚL, Corea del Sur.- Familiares conmocionados retiraban cuerpos de sus seres queridos, padres buscaban a sus hijos y el todo el país trataba de encontrar respuestas a cómo se produjo una estampida mortal en un estrecho callejón durante las festividades de Halloween, en la que al menos 153 personas murieron aplastadas por otras en la capital de Corea del Sur.
Varios centros comunitarios e convirtieron en instalaciones para buscar y dar noticias de los desaparecidos.
Choi Sung-beom, jefe del parque de bomberos de Yongsan, dijo en una reunión informativa en el lugar de los hechos que había 82 heridos, 19 de ellos graves. Entre las víctimas mortales había 22 extranjeros, dijo.
Durante el fin de semana, miles de jóvenes acudieron al distrito de Itaewon para celebrar la primera fiesta de Halloween sin casi restricciones por covid en tres años. En vez de eso, la calle se llenó de gente que pedía ayuda, mientras el personal de emergencia intentaba liberar cuerpos atrapados y practicar reanimación cardiopulmonar a personas tendidas en el suelo.
El presidente Yoon Suk-yeol declaró un periodo de luto nacional y decretó como zona de catástrofe el popular distrito de Itaewon tras el desastre.
“Esta noticia cayó como un rayo desde un cielo azul”, dijo un padre que rompió a llorar mientras recogía el cuerpo de su hija en una morgue.
La multitud, algunos adolescentes y muchos de ellos vestidos con disfraces de Halloween, estaba dispuesta a disfrutar de los bares, clubes nocturnos y restaurantes en los que el jolgorio se desborda habitualmente hacia las estrechas y a menudo empinadas calles laterales.
Pero la intimidad de las callejuelas de Itaewon se volvió siniestra el fin de semana de Halloween. Veinticuatro horas antes, ya había señales de advertencia de que las fiestas atraían a un número peligroso de personas. El viernes por la noche ya había multitudes en la zona, abarrotando una feria callejera con puestos de pintura y venta de caramelos y disfraces.
Las autoridades dicen que no hubo ningún evento organizado que atrajera a los miles de personas con ganas de festejar a los estrechos callejones donde murieron tantos jóvenes, entre ellos al menos 22 extranjeros.
Pero las publicaciones en las redes sociales mostraban que los clubes nocturnos y los bares anunciaban eventos y promociones de Halloween, incluyendo los clubes más populares.
Las imágenes de las redes sociales mostraron a la gente apretujándose en las calles en un espacio de varias manzanas alrededor del callejón donde se produjeron muchas de las muertes. Poco antes de que se lanzara el “happy hour” (la hora en que las bebidas están más baratas) estalló el caos, y la policía tuvo que bregar para controlar a la multitud.
La gente se agolpó en un callejón estrecho e inclinado, incluso cuando ya estaba abarrotado de pared a pared. Algunos intentaban escalar las paredes de los edificios para escapar de la creciente presión, mientras otras gritaban y lloraban.
Cuando los que se encontraban en la parte superior de la pendiente se caían, las personas que se encontraban bajo ellos se desplomaban sobre los demás, dijeron testigos.
Un estudiante de Francia quedó atrapado en la aglomeración durante una hora y media. “Quería ir a un lugar seguro pero no podía”, dijo. “Me empujaron y no pude hacer nada”.
Los videos compartidos en las redes sociales mostraban una pila de cuerpos encajados entre los edificios, algunos en la parte inferior parecían inconscientes, mientras que otros se acercaban a los trabajadores de emergencia que luchaban por liberarlos de la muchedumbre.
Cerca del lugar de los hechos comenzaron a improvisarse altares, en los que gente dejaba flores y notas. (Reuters-AFP)