En 2022, el rugby femenino de Tucumán celebró sus 25 años de vida, sin contar ese período embrionario como materia optativa de la por entonces Escuela de Educación Física. De ese equipo pionero que fue “Huarmis” llegó a formar parte Rita Cazorla, quien a mediados de este año, durante las vacaciones de invierno, asumió el rol de entrenadora de un seleccionado juvenil con jugadoras de entre 15 y 16 años, orientado a la primera participación de la rama femenina del rugby en los Juegos Evita. Con la experiencia de sus años como jugadora de Cardenales, de las Naranjas y de Las Pumas, Rita armó un equipo que arrasó en Mar del Plata: en su debut, golearon a Buenos Aires 41-0. Al día siguiente, recibieron el único try del torneo en el triunfo 36-7 sobre Chubut. En semifinales derrotaron 12-0 a Misiones y en la final a Mendoza por 27-0.
“Habíamos tenido nuestros entrenamientos y sabíamos a qué jugábamos. Sabíamos que a partir de nuestra defensa nos haríamos muy fuertes ante cualquier equipo y así fue. Por eso terminamos con solo un try en contra”, redondeó Cazorla, quien había comenzado con un plantel mayor y debió encarar la tarea más incómoda en un seleccionado: precisamente la de seleccionar.
“Habíamos trabajado con un grupo más grande pero tuvimos que hacer un corte de lista. También habíamos incluido chicas de 14 años con la esperanza de que pudieran participar, pero no fue posible”, comentó.
La actitud de las chicas fue fundamental, apuntó la ex apertura de las Naranjas. “Dejaron todo. También fue muy importante el trabajo sobre el grupo humano. Hacer que fueran realmente un equipo, que se conocieran y se respetaran. La convivencia es difícil cuando son tantos días, pero ellas lo entendieron a la perfección”, elogió Rita, aunque reconoció que las chicas de esa edad “son mucho más revoltosas” que las mayores. No obstante, aseguró que es una edad con la que le gustaría seguir trabajando.
Por otro lado, señaló que la ventaja de Tucumán no residió tanto en un mayor nivel de destrezas sino en organización colectiva en el campo. “Hubo provincias con un nivel muy parejo como Córdoba, Mendoza y Misiones, pero creo que nosotras estábamos un pasito más adelante”.