El bolsonarista Tarcísio Gomes de Freitas derrotó a Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), y será el nuevo gobernador del estado de San Pablo.
Según los datos oficiales, el ex ministro de Trabajo se impuso con el 55,3%. En tanto, su rival alcanzó el 44,7%.
Elecciones en Brasil: Lula derrotó a Bolsonaro y será presidente por tercera vezAsí, San Pablo ratificó su vocación conservadora pese a que Lula da Silva apostó en dar batalla en el principal distrito electoral del país, venciendo en la ciudad capital y en la región metropolitana.
Republicanos, el partido de Freitas, está vinculado a la evangélica Iglesia Universal y logró así, después de haber gobernado la intendencia de Río de Janeiro, el gran premio consuelo para el bolsonarismo.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner felicitaron a Lula por su victoria en BrasilFreitas fue acusado de forjar un atentado para victimizarse y prometió retirar las cámaras de seguridad de los uniformes de los policías, algo que había reducido la letalidad y el gatillo fácil: estas banderas fueron tan importantes como el sentimiento contra el PT y Haddad.
La importancia del estado de San Pablo
San Pablo, que tiene un tercio del PBI del país y 33 millones de habitantes, es el principal polo industrial y financiero de Brasil, y administra dos de las mejores universidades de América Latina, la Universidad de Sao Paulo USP y Unicamp, en Campinas.
Haber vencido en San Pablo le otorga al bolsonarismo un refugio de poder inédito, con nombres como Gilberto Kassab, presidente del Partido Social Demócrata, y el pastor Marcos Pereira, titular de Republicanos.
Pero también tendrá un pie o más que eso el ultraderechista diputado paulista Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente y aliado de Steve Bannon, el exasesor del expresidente estadounidense Donald Trump, que es el ideólogo de la nueva extrema derecha mundial.
Desde 1996 será la primera vez que a San Pablo no la gobierna el PSDB. El cuatro veces ex gobernador Geraldo Alckmin, vicepresidente de Lula, no logró imponer su figura en el interior paulista, que sacó la ventaja crucial para el bolsonarismo.