La situación de Juntos por el Cambio (JxC) por estas horas es la menos deseada en la antesala de una campaña. A 190 días de las elecciones provinciales, las internas son ensordecedoras en el espacio opositor más numeroso. La tensión, la incertidumbre y, sobre todo, la desconfianza atraviesan todas las líneas y generan roces. Después del letargo de los comicios del año pasado, las piezas comenzaron a moverse con más intensidad y se activó el diálogo, pero las partes están lejos de acercarse. El armado electoral aún no está conformado; la mesa provincial parece desarticulada y no se reúne de manera presencial desde febrero; los espacios discuten sobre una interna que probablemente jamás se lleve adelante y, mientras, se acrecientan las diferencias entre los dos principales referentes, Roberto Sánchez (UCR) y Germán Alfaro (PJS). El resto de los socios de JxC se lamentan porque están como partícipes secundarios o como espectadores, excluidos de las conversaciones.
La reunión del viernes, de la que participaron el PRO, el PJS y CREO, irritó al resto del armado y cayó como otra bomba dentro de la atomizada UCR. La ausencia de Sánchez generó especulaciones en todos los ámbitos. El espacio apenas se había recuperado del remezón tras el mitin en Buenos Aires de Sánchez-Alfaro y la propuesta del líder del PJS de ir a una interna cerrada para definir quién será candidato a gobernador.
Curiosamente desde hacía años que la coalición no tenía alternativas tan competitivas para conformar una fórmula, pero la resolución del asunto parece una quimera. En la mayoría de las encuestas que manejan en el frente, Sánchez aventajaría a Alfaro, aunque los márgenes varían de acuerdo a las consultoras y no sería por números sustanciales. Ambos, a su vez, serían superados por el oficialista Osvaldo Jaldo.
El panorama nacional, favorable para JxC, también aparece en el horizonte y es mirado de reojo por los referentes locales. Hay quienes creen que las pujas intestinas entre las figuras nacionales y la manera en las que estas se resuelvan será clave para marcar el camino en Tucumán.
¿Irreconciliables?
Si bien gran parte de la UCR apoya la postulación de Sánchez, hay dirigentes dispersos en distintos sectores de JxC y hasta dentro del oficialismo provincial. Hay sectores cercanos a Alfaro que vienen reclamando que se vaya a internas.
En el sanchismo cayó pésimo la reunión del viernes. Están convencidos de que se trató de otra “movida” del alfarismo para “acorralar” a Sánchez (creen que la primera fue el encuentro a solas en Buenos Aires). Aseguran que el titular del PRO, Ramiro Beti, lo invitó a última hora, que se le dijo que era reservada y que no hubo previo consenso del temario. Consideran que la idea, en realidad, era que él no concurriera o bien, que terminara participando de la discusión que ya estaba “cocinada”. En el entorno del diputado interpretan que el alfarismo sólo declama el diálogo, pero que no lo propicia de manera genuina; que estarían “mal en las encuestas” y que por ello pretenderían “apurar” a Sánchez para que haya definiciones o bien, para ir a una contienda. Además, consideraron que el PJS usó al PRO y a CREO para sus intenciones. En los alrededores del despacho del ex intendente de Concepción sospechan que los capitalinos propondrían una compulsa cerrada para usar el “aparato y acarrear gente”. En esa línea prefieren el consenso y las encuestas como alternativas prioritarias para dirimir las postulaciones.
Tras los episodios, miembros del entorno de Sánchez sostienen que no concurrirá a ninguna futura reunión “de prepo” sin conversaciones preliminares. Si bien sostienen que no romperán JxC, hay planes alternativos en carpeta en caso de emergencia.
En el alfarismo sostienen que, si bien el líder del PJS viene teniendo la iniciativa, no propició el encuentro del viernes ni tampoco el anterior. De hecho, añadieron que la relación con Beti no venía aceitada y que se sabe que con Sebastián Murga tampoco es de asiduidad. Consideran que Sánchez es intransigente y que no se puede negociar con alguien que no querría ceder en ningún aspecto. En el núcleo cercano a Alfaro consideran que es tiempo de tomar decisiones, que no tienen tiempo para perder si tienen verdadera vocación de poder.
Sí consideran que, con la ausencia de Sánchez, Alfaro tomó más ventaja política. Por ello, anuncian, el PJS mantendrá un perfil bajo en los próximos días y no saldrá a cuestionar al radical. Confían, además, que de esa tarea se ocuparán sus propios correligionarios. De todas maneras, aseguran que se mantendrán aferrados con uñas y dientes al sello de JxC porque avizoran que en el futuro cercano los que pueden abandonar el espacio serían los sanchistas.
En el PJS relativizan las encuestas porque consideran que la diferencia es mínima, que en estas instancias no reflejan la realidad y que el día de la elección es clave el trabajo territorial con el que cuentan. Aseguran que Alfaro tiene todo para ser gobernador y adelantan que la posible visita de Horacio Rodriguez Larreta, el viernes, les sumará más expectativas.
Otras fuerzas
Fuentes del PRO rechazaron de plano estar aliados con Alfaro para perjudicar a Sánchez. Explicaron que la iniciativa para movilizar el espacio provino principalmente de ellos y de CREO porque consideran que las internas son una alternativa viable y les convienen. De hecho, según diversas fuentes, ambas líneas estarían cerca de un posible acuerdo para llevar adelante una alternativa conjunta. Afirmaron que se enviaron las invitaciones a todos el mismo día, el miércoles, y que el único que habría demorado en responder habría sido Sánchez para excusarse.
Detallaron que la idea era que el del viernes fuera un encuentro informal y que no habría definiciones, sino que sería el puntapié para una convocatoria posterior de la mesa amplia de JxC. Apuntaron a que es prioritario avanzar en la constitución del frente electoral y con los asuntos administrativos para cumplir con el requisito de la interna que marca el cronograma, más allá de que se celebre o no efectivamente. Cuestionaron, de todos modos, a Sánchez, al entender que esa línea muestra poca “disponibilidad al diálogo” .En CREO, la fuerza cambiemista más nueva, tomaron la convocatoria como muy positiva porque venían reclamando internas, con la modalidad que fuere, desde hace tiempo.Su máximo referente y postulante a la gobernación, Sebastián Murga, habría mantenido diálogos previos con el presidente del PRO, Ramiro Beti, y con Alfaro. La propuesta que añadieron fue que se sumara a Fuerza Republicana (FR), algo que por el momento no sucedió. La inclusión no disgustaría al PJS ni al PRO. La resistencia sí vendría por parte de sectores del radicalismo. Murga, por otro lado, tiene afinidad y diálogo fluído también con Sánchez. El titular de la Sociedad Rural viene advirtiendo que no admitirán definiciones de Buenos Aires. Trascendió que están dispuestos a “cortarse solos” si es que no los toman en cuenta a la hora de las definiciones. Opinan que tienen que comenzar a instrumentar el cronograma y que hay que ampliar la convocatoria para avanzar a otras fuerzas, como FR, la Democracia Cristiana y la Coalición Cívica (CC), entre otras.
La CC es una de las fuerzas fundadoras del espacio y mencionan que vienen siendo excluidos de las conversaciones con el argumento de que no cuentan con personería. Rechazaron que el acuerdo quede en manos de un grupo pequeño y denunciaron una “encerrona” contra Sánchez. Miembros de ese partido lamentaron que se analice una interna cerrada y calificaron como de “falta de buena fe” el pretender imponer ese modo de definición.
JxC está movilizado pero el rumbo no parece claro ni para los protagonistas. Las diferencias entre Sánchez-Alfaro aparecen una y otra vez como trasfondo de los entuertos en el armado ¿Alcanzará el tiempo para construir confianza y llegar a un acuerdo? Esa es la duda que ronda por las cabezas opositoras y que celebra el oficialismo.