El 25 de octubre de 1997 se jugaba un superclásico muy especial, porque tanto River como Boca tenían la expectativa de campeonar en aquel torneo Apertura. Más allá de la victoria del Xeneize por 2 a 1, lo icónico de este partido es que produciría el retiro de la leyenda Diego Armando Maradona.

Meses antes, Maradona había vuelto a ser noticia debido a que luego de la primera fecha del torneo ante Argentinos Juniors en la Bombonera, le tocó ir al control antidoping y su muestra dio resultado positivo.

Esto hizo que se perdiera una fecha y que regresé ante Newell´s. Luego jugó de manera consecutiva frente a Vélez (0-0) y San Lorenzo (2-1), hasta que una contractura en un partido por la Supercopa, ante Colo Colo de Chile, lo marginó casi un mes.

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Lesionado, Maradona no estuvo en las canchas y se ausentaba de los entrenamientos. Incluso, el equipo ganaba, pero Boca era noticia por todo el conflicto que rodeaba a Diego, que pudo tener su vuelta en la novena fecha del campeonato ante Colón. No obstante, eligió esperar unos días más para que la fecha siguiente llegue al 100% al superclásico.

Asimismo, su partido en el Monumental se redujo a medio partido, porque mostrando un flojo nivel futbolístico y físico, fue reemplazado en el entretiempo.

En aquellos 45 minutos iniciales, Maradona tuvo muy poca participación en un encuentro que no ofrecía demasiado brillo y las pocas veces que tocó la pelota, resolvió con pases cortos, pero cuando quiso profundizar, no pudo hacerlo.

Asimismo, aquel día se dio un traspaso histórico, porque si bien, hasta ese momento, Maradona había sido el mejor 10 de la historia del club, en su reemplazo, con la 20 en la espalda, entró un joven Juan Román Riquelme.

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A cinco días de cumplir 37, Maradona vivió el final del partido con la euforia de un hincha. El gol de Martín Palermo, ganando de cabeza en el área de River bajo un diluvio y poniendo el 2-1, puso una cuota de emotividad que Diego aprovechó para descargarse: “así me dan ganas de jugar hasta después de los cuarenta”, dijo.

Sin embargo, otra vez fue sorteado al antidoping, surgieron nuevos rumores, y su padre Don Diego volvió a sentirse mal, al punto de que se difundió el rumor de que había muerto.

Un día antes de su cumpleaños, se juntó con sus padres en la casona de Villa Devoto, y anunció por radio el final de su carrera: “Me voy. Ya no aguanto más. Y este retiro es definitivo. Me lo pidió mi viejo llorando. No puede ser que mi familia sufra tanto con cada control”.