El clima político adquiere efervescencia en “La Perla del Sur”. Mientras en Juntos por el Cambio (JxC) quedó virtualmente definida la nómina de precandidatos a intendentes - con el actual jefe comunal Alejandro Molinuevo a la cabeza-, en el peronismo asomaron tres nuevos nombres: el del edil José Calcagni, del ex funcionario provincial y empresario Iván Llorens Dip y del secretario de la Unidad Ejecutora Provincial, Franco Morelli. En este partido el primero en lanzar su precandidatura fue el edil Miguel Abboud, con el respaldo del jefe de Gabinete de la Nación Juan Manzur. El ex secretario de obras públicas durante la gestión del actual diputado nacional Roberto Sánchez, al lanzarse al ruedo proselitista hace ostentación del protagonismo que tuvo en la transformación urbanística que exhibe Concepción. “No solo tengo respaldo político sino además de la gente que reconoce del trabajo desplegado a la par de Sánchez” se ufana. Abboud y el parlamentario (aspirante a pelear por la gobernación) se unieron en su momento para arrebatarle la intendencia al desaparecido ex legislador Osvaldo Morelli. Ante la imposibilidad de postularse para un tercer mandato, delegó la candidatura en su hijo Franco. Pero éste perdió en las elecciones del 2015 por una diferencia reducida. En el 2019 Sánchez consolidó su gestión y volvió a ganarle por más de 11.000 votos.
Franco Morelli ahora está dispuesto a insistir con la posibilidad de conquistar el sillón de Stewart Shipton. Pero primero tendría que enfrentar una pugna interna con Abboud. Sin embargo el propio concejal admitió la posibilidad de llegar a un acuerdo con Morelli con el objeto de ir despejando el camino que le permita constituirse en el único candidato del peronismo, evitando un choque interno. El hijo del ex intendente, en el marco de ese pacto, quedaría como candidato a legislador. “Estamos ahora en un mismo espacio y hay que avanzar en procura de que el peronismo recupere la intendencia. Esa es la premisa” dijo Abboud. Este abandonó su cargo de Secretario de Obras Públicas y a JxC cuando Sánchez le cerró la puerta a su aspiración de procurar la jefatura del Ejecutivo municipal. Entonces retornó a ocupar la banca de concejal (que salió elegido por la coalición) y a su cuna peronista. Y enseguida consiguió el amparo de Manzur.
En estos días fue el edil Calcagni (que salió también elegido por JxC) el que irrumpió en el escenario de precandidatos anunciando su postulación con el supuesto apoyo de Osvaldo Jaldo. Y lo hizo también Iván Llorens.
Pero fue Molinuevo quien salió a desacreditar la aspiración del edil y poner en tela de juicio el apoyo que le habría brindado Jaldo. Se involucró directamente en la interna peronista. “No creo que Calcagni sea el elegido de Manzur y Jaldo ya que carece de fuerza política. Es una autopostulación” sostuvo el intendente interino. La respuesta no se hizo esperar: “a Molinuevo lo noto nervioso porque se le termina la beca y no tiene votos” arremetió.
Abboud, por su parte, dijo que el jefe comunal “tendría que decidirse si va a salir por la alianza o por el jaldismo”. El mensaje se vincula con el acercamiento que exhibe la gestión de Molinuevo con el Gobierno de la provincia. Molinuevo aclaró que se trata de una actitud con “responsabilidad institucional”. Internamente el jefe comunal tiene que dirimir su candidatura por JxC con el legislador Raúl Albarracín (Partido por la Justicia Social) y Ramiro Beti (Pro). Sánchez hasta ahora se mantuvo al margen de las tensiones internas que sacuden a la coalición. Dijo que es una cuestión que se tiene que definir de acuerdo a las pautas que estableció la mesa de la alianza a nivel nacional.
La aparición de un pasacalle promoviendo la candidatura del secretario de Hacienda Gabriel Orlando, le puso un aditamento inesperado a las rencillas que bullen en JxC. Este hecho fue seguido por una propaganda similar difundida por las redes sociales. No obstante, Orlando negó que tenga intención de postularse para intendente.