LONDRES, Gran Bretaña.- La invasión a Ucrania, que se inició el 24 de febrero, por orden del presidente Vladimir Putin , ha colocado a Rusia en una senda de conmoción que podría desbancar al jefe del Kremlin, desencadenar una guerra civil o incluso dividir el país, dijo un diplomático ruso que dimitió a causa de la guerra.

Boris Bondarev, consejero de la misión permanente de Rusia ante las Naciones Unidas en Ginebra, dimitió en mayo de este año, tres meses después de la invasión, porque consideró que la guerra a Ucrania había demostrado lo represivo y retorcido que se había vuelto su país.

En una crítica de 6.500 palabras a la Rusia de Putin, Bondarev dijo que el Estado estaba infestado de aduladores que repetían la línea del Kremlin, lo cual le permite a Putin tomar decisiones cruciales en una cámara de eco de su propia propaganda, sin necesidad de escuchar nada que lo contradiga.

El futuro podría estar plagado de caos, anticipó. “Si Putin es expulsado de su cargo, el futuro de Rusia será profundamente incierto”, escribió Bondarev, que trabajó en el Ministerio de Asuntos Exteriores de 2002 a 2022, en un ensayo publicado en “Foreign Affairs”.

“Es muy posible que su sucesor intente continuar la guerra, sobre todo teniendo en cuenta que los principales asesores de Putin proceden de los servicios de seguridad. Pero nadie en Rusia está a su altura, por lo que el país entraría probablemente en un periodo de turbulencias políticas. Incluso podría caer en el caos”, indicó.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no respondió inmediatamente a una petición de comentarios sobre el artículo de Bondarev. Anteriormente, el Kremlin ha rechazado opiniones de este tipo como profundamente erróneas y siempre ha sostenido que la popularidad de Putin se ha demostrado repetidamente en las urnas.

Putin dijo el viernes pasado que no se arrepiente de la “operación militar especial”, que él presenta como una batalla existencial con un Occidente agresivo y arrogante que, en su opinión, quiere destruir y dividir a Rusia.

Pero, tras casi ocho meses de una guerra que ha desencadenado el mayor enfrentamiento con Occidente desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, los objetivos básicos están lejos de alcanzarse e incluso se cometen errores mortales. Ayer, un avión de combate ruso se estrelló contra un edificio residencial en la ciudad de Yeisk, en el sur de Rusia, y envolvió en llamas los departamentos. Las agencias de noticias rusas dijeron que los pilotos se habían eyectado.

El avión era un Sukhoi Su-34, un cazabombardero supersónico de medio alcance. La agencia de noticias RIA dijo que se estrelló durante un vuelo de entrenamiento. TASS dijo que el accidente fue causado por un incendio en el motor. (Reuters)