El acceso a la salud durante el período de maternidad es un tema pendiente en todo el mundo a pesar de los pasos concretos que se realizan en algunos países. Días atrás se conoció un estudio en Estados Unidos que indicaba que alrededor del 36% de todos los condados (municipios) en aquel país son “desiertos de atención de maternidad” y los estados donde el acceso a la atención de maternidad es limitado o nulo parece estar creciendo, según un nuevo informe publicado por la organización sin fines de lucro de salud infantil y materna March of Dimes. El informe detalló que entre 2020 y 2022, el 5% de los condados en Estados Unidos redujeron el acceso a la atención de maternidad, pero solo el 3% de los condados cambiaron a un mayor acceso a la atención.
Estos “desiertos en la atención de la maternidad” pueden estar asociados con la falta de atención prenatal adecuada durante el embarazo o el tratamiento de las complicaciones del embarazo, e incluso con un mayor riesgo de muerte materna. Más de 2,2 millones de mujeres estadounidenses en edad fértil (de 15 a 44 años) viven en ciudades o pueblos que carecen de atención materna, según el informe. En general, alrededor de 6,9 millones de mujeres de todas las edades viven en áreas con poco o ningún acceso a la atención de maternidad, detalla el informe que publicó la periodista Jacqueline Howard en CNN. “Viven en lugares donde la atención obstétrica es limitada o nula: condados que no tienen un hospital que ofrezca servicios obstétricos, ginecólogos, enfermeras parteras certificadas, centros de maternidad”, dijo la presidenta y directora ejecutiva de March of Dimes, Stacey Stewart. “Hoy, Estados Unidos es considerado, entre todos los países altamente industrializados, una de las naciones desarrolladas más peligrosas del mundo para dar a luz. Y parte del problema con eso, y parte de la razón de eso, se debe a estas enormes brechas en el acceso a la atención”, sentenció. Los investigadores señalaron que gran parte de los datos analizados en el informe reflejan información recopilada antes de la pandemia y no deben interpretarse como un resultado directo de covid-19.
“Con los cierres de hospitales, la inflación y la limitación de la atención por el coronavirus, la mezcla de problemas de nuestra época está afectando a las familias, obligándolas a esforzarse de nuevas formas para encontrar la atención que necesitan y las formas de poder permitírsela”, añadió Stewart en un comunicado de prensa de March of Dimes. Casi 7 millones de mujeres en edad fértil viven en lugares con una atención de maternidad limitada o inexistente, lo que afecta a unos 500.000 bebés. Más o menos uno de cada ocho bebés nacen en áreas con una atención de maternidad limitada o inexistente, y esto incluye a uno de cada cuatro bebés amerindios y a uno de cada seis bebés negros.
En Argentina
La mayoría de las “salitas” y hospitales públicos en Argentina –especialmente en las ciudades grandes- cuentan con profesionales capacitados para atender a una embarazada. La Ley 27.611 de cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia tiene el objetivo de fortalecer el cuidado de la salud y la vida de las personas gestantes, y de los niños y las niñas en la primera infancia en los primeros “mil días”, es decir, el tiempo contado en días aproximados, en el que transcurre el embarazo, el nacimiento y hasta los 3 años de vida con el objetivo de reducir la mortalidad, la mal nutrición y la desnutrición, proteger y estimular los vínculos tempranos, el desarrollo físico y emocional y la salud de manera integral, prevenir la violencia doméstica.
Maternidad en el desierto
En 2015 el diario “El País” de España publicaba la historia del Hospital público de la Mujer Pannadhay, en Udaipur, al norte de la India, y lo destacaba como uno de los mejores en esa zona de desiertos de Rajastán. “Aquí se atiende a los habitantes de ocho distritos vecinos, incluyendo algunos del cercano estado de Madhya Pradesh. Lila, de 24 años, llegó hasta aquí desde una aldea a 50 kilómetros a parir a su segunda hija. Tuvo el primero a los 18 años. A la recién nacida le dará el nombre de Lakshmi, la diosa de la abundancia. Casualmente el gobierno estatal le dará en tres pagos 6.000 rupias (lo equivalente a unos 78 euros) en una iniciativa para intentar frenar el aborto selectivo de las niñas a favor de los niños, un problema en un país donde por cada 1.000 varones nacen sólo 908 mujeres. Justo afuera del hospital hay una cuna con un dispositivo eléctrico que avisa cuando se ha abandonado a un bebé. En la mayoría de los casos es una niña. Lila cuenta que cerca de su casa hay también un hospital, pero que es más pequeño y que ella se ha enterado de muchas complicaciones en él, así que decidió acudir al Pannadhay. En este centro paren un promedio de 55 mujeres al día, unas 20.000 al año”, relata el artículo que detalla que en este hospital se atienden además todas las enfermedades del aparato reproductor femenino. Para ellos cuentan con 440 camas. La mortalidad materna en el hospital es de 64 mujeres por cada 100.000 nacimientos. Esta cifra es relativamente buena, si se compara con el promedio de India de 178, pero todavía muy lejos de la de los países desarrollados (menos de 10; en España, por ejemplo es de cuatro por cada 100.000 nacimientos). Tres años antes, en 2012, el servicio de salud en el Estado de Rajastán pasó de ser de pago a ser totalmente gratuito, incluidas todas la medicinas para pacientes internos y externos. “Lila, dice que eso ha ayudado a su familia, y a toda su comunidad”, reflejó el informe.