En agosto se lanzó en toda la Argentina la campaña de inmunización contra el coronavirus para la población de entre seis meses y hasta los tres años, que consta de dos dosis de Moderna con un intervalo de 28 días. Sin embargo, dos meses después sólo uno de cada cinco bebés ha sido vacunado. Las cifras han sido proporcionadas a este diario por voceros de ese laboratorio y se sustentan en las cifras oficiales del Ministerio de Salud de la Nación.

"Al inicio de la pandemia, se observaba que la infección provocada por el virus SARS-COV-2 prácticamente no afectaba a la población pediátrica. Pero con el surgimiento de las sucesivas mutaciones, este sector ha quedado más comprometido. Por ello, es importante vacunar a los bebés", explica la doctora Paula Pertzov, directora médica de Moderna. De hecho, a partir de ómicron y las cepas posteriores el 20 % del total de las internaciones por covid-19 ocurre en menores de cuatros años, pese a que el 46 % de esos niños no tiene enfermedades de base, añade la especialista.

Tanto los bebés como los niños y los adolescentes pueden enfermarse gravemente a causa del coronavirus. No es una infección que no los afecte como en algún momento se creyó, reitera Pertzov. Y aunque la vacunación no evita el contagio, sí reduce el desarrollo de sus formas graves, como el síndrome inflamatorio multisistémico, que provoca inflamación en el cuerpo y en los órganos. Los síntomas son dificultad para respirar, dolor en el pecho e incapacidad de despertarse o permanecer despierto, entre otros. "Este síndrome asociado al coronavirus puede afectar a tanto a los niños con comorbilidades como aquellos previamente sanos. Incluso si la infección ha sido leve", agrega la médica.

- ¿A qué cree que se debe la desconfianza de los padres?

- La evidencia científica es contundente y las vacunas son efectivas y seguras, pero la desinformación ha generado desconfianza. Y si bien la investigación y aprobación de las vacunas ha sido acelerada, ello no implica que no se hayan seguido todos los estándares de seguridad. Es un gran desafío generar confianza y alentar a la población a que se vacune, especialmente ahora que no hay riesgo de contagios.

- ¿Qué efectos secundarios ha demostrado tener Moderna en los bebés?

- Se trata de una vacuna muy segura que, en general, ha sido bien tolerada por la franja de seis meses a tres años. La mayoría de las reacciones adversas fueron leves o moderadas y se resolvieron completamente en pocos días. En los niños de hasta dos años, las reacciones sistémicas más frecuentes fueron irritabilidad o llanto. En los niños de tres a cinco años se observó únicamente dolor en el lugar de la inyección.

A mediados de junio, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés)autorizó en ese país el uso de emergencia de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech para bebés. Tras eso, los estadounidenses se convirtieron en unos de los primeros países en inmunizar a ese sector. La vacuna pediátrica de Moderna tiene la misma formulación que la dosis administrada a mayores de 12 años. No obstante, se utilizan menos microgramos; es decir, se trata de una concentración menor. "La dosis equivale a un cuarto de la que reciben los adultos", enseña Pertzov.

Pero si la covid va camino a convertirse en endemia, ¿por qué deberíamos seguir vacunándonos y vacunando a nuestros hijos?, se le consulta. En primer lugar, reitera que hay un riesgo de que los niños se enfermen de gravedad. Y ese riesgo se puede reducir, simplemente, con las vacunas. Segundo, la vacunación en menores sirve para frenar probables olas de contagio, especialmente de nuevas variantes; inmunizar a los menores ayuda a interrumpir las cadenas de transmisión y contener al virus, destaca. En tercer lugar, un mayor porcentaje de población vacunada garantiza una disminución de fallecimientos adicionales en mayores de 60 años. "Y cuarto, aún cuando sea una endemia, deberíamos vacunar a los niños", simplifica.

Al 5 de octubre, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) registró 1,5 millones de niños estadounidenses de 6 meses a cuatro años que han recibido al menos una dosis de las vacunas contra la covid. Australia, Taiwán, Israel y Perú son algunos otros países que están vacunando a ese rango. Cuando se le pregunta al médico pediatra Guido Torres Busquets qué opina de la baja aceptación de la vacunación en bebés, contesta que se debe poner en la balanza los riesgos con conlleva un posible contagio.

- ¿Existe riesgo de miocarditis y pericarditis?

- Se ha visto inflamación del músculo cardíaco y de la membrana que lo recubre en chicos de 12 años en adelante. Y la mayoría de quiénes han experimentado este problema se han recuperado.

- ¿Las vacunas contra covid se pueden recibir junto a otras?

- Sí. Es muy importante no retrasar las vacunaciones de rutina. No hay evidencia de que sea contraproducente la vacunación en continuado. No hay que perder nunca la oportunidad de vacunar a nuestros hijos.

Unas semanas atrás, la Sociedad Argentina de Pediatría les comunicó a sus socios que recomienden a las familias la aplicación de la vacuna de Moderna contra a los chicos a partir de los seis meses. Fue a través de un mail que comenzó a llegarles a los pediatras. "Aunque los riesgos para los niños y niñas siguen siendo significativamente menores que para los adultos, es importante destacar que es altamente probable que exista un sub registro en este grupo por la falta de acceso a diagnóstico y la dificultad para distinguir los cuadros respiratorios virales causados por covid-19 y los de otros virus", se lee en la comunicación de la SAP, que fue difundida por el diario Clarín. 

Las vacunas de ARN mensajero (Moderna y Pfizer) son las que más eficacia tienen frente a las subvariantes de ómicron. Para terminar, Torres Busquets explica que la vacunación está diseñada para todo el mundo. "No obstante, los pediatras hacemos hincapié en los chicos asmáticos, diabéticos, obesos y con un tipo de anemia", cierra.