La producción avícola en la provincia por lo general no alcanza para cubrir las necesidades de consumo de los tucumanos. Debido a ello, en su mayoría se importa de otras zonas; principalmente del Litoral.

El consumo de proteína de aves igualmente fue creciendo durante los últimos tiempos. Esto se dio en detrimento de las proteínas vacunas debido, principalmente, a que el costo de las aves es menor. Con el tiempo, el argentino -y el tucumano- de a poco fue adoptando el pollo y los huevos como parte del suministro de las proteínas que necesita.

En esta oportunidad, debido a que hasta ayer se celebró la Semana Mundial del Huevo, resulta importante recordar los beneficios y las propiedades que tiene para la salud su adecuado consumo. Se encuentra entre los alimentos más nutritivos del planeta: un huevo grande proporciona 13 vitaminas y minerales esenciales y 6 gramos de proteína de alta calidad, entre otros factores positivos.

El consumo actual de huevos en la Argentina se ubica en las 300 unidades por año per cápita. Ese número ubica a nuestro país en el quinto puesto a nivel mundial, después de México, de Japón, de Rusia y de Colombia. Muestra el crecimiento sostenido en el consumo en los hogares y da la pauta del lugar que ocupa este alimento en el mapa nutricional nacional.

Según Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), la cifra también indica que los argentinos han aprendido a jerarquizar su dieta, a tal punto que el consumo de huevos en el país se mantiene con una curva ascendente año tras año.

Consultado sobre la actualidad del sector, Prida precisó que la Argentina cuenta con más de 1.000 granjas avícolas en actividad y con un parque productivo de gallinas ponedoras compuesto por 48 millones de aves.

Los establecimientos se encuentran en 18 provincias del país. Buenos Aires lidera el listado, con un 41% de los establecimientos. Le siguen Entre Ríos, con un 25%; Córdoba, con un 8%; Mendoza, con un 6%, y Salta, con un 5%. Durante el año en curso se espera que se produzcan en estos más de 14 millones de huevos.

La entidad que aglutina a los productores avícolas difundió los tres principales beneficios que brindan los huevos a las personas:

• Alto aporte nutricional. A diferencia de otros alimentos como el trigo y como el arroz, la calidad proteica de los huevos supera el 100%. Las proteínas están formadas por una o por varias cadenas de aminoácidos -las enzimas, las hormonas, los anticuerpos, etcétera-; y el huevo, por ejemplo, aporta los nueve aminoácidos esenciales para el organismo. Estos son importantes para la salud, porque no solamente ayuda a la formación de masa muscular del cuerpo, sino que también forman parte de la sangre, de las hormonas y de los anticuerpos.

• Debido a su bajo impacto y a su costo accesible en comparación con las demás proteínas animales, el huevo es uno de los alimentos con mejor relación costo/beneficio. Además, es bajo en calorías (75 calorías por unidad), se encuentra accesible todo el año y es muy fácil de preparar.

• Es un complemento ideal para el rendimiento deportivo. Comer dos huevos al día permite cubrir más de un 15% de las ingestas recomendadas de vitaminas A, E y B2, de niacina, de hierro, de zinc y de selenio, y más de un 30% de las ingestas diarias recomendadas de vitamina B12, de ácido pantoténico, de biotina, de colina y de fósforo de adultos de entre 20 y 49 años.

Otra cuestión interesante tiene que ver con aquellos mitos que se crean a la hora de elegir este producto en el lugar de compras, en lo que respecta a saber si un huevo es apto para el consumo. Al ojo humano podemos comprobar su aspecto externo, que no esté roto o fisurado, que no esté sucio. Luego podemos moverlo como si se tratase de un sonajero; si sentimos que la yema va y viene, el huevo es viejo, de lo contrario es fresco. Prina también sugiere ponerlo en un bol con agua; los que flotan más de la mitad no son aptos para consumir.

Además, precisa el significado de que un huevo tenga sangre dentro. Según Prina, esto se debe a que no proviene de gallinas ponedoras para consumo, sino de animales reproductoras; la venta de estos huevos está prohibida. Los aprobados para el consumo generalmente no tienen sangre; pero si así fuera, y tienen apenas un punto sanguinolento, se puede consumir normalmente.

El consumo de huevos va creciendo de a poco, debido, como se dijo, a sus múltiples virtudes y a que el consumidor va aprendiendo.

En Tucumán debería haber incentivos, para que quienes hoy producen carne de pollo y huevos puedan mejorar y hacer más eficiente su producción. Se debe tomar de ejemplo cómo trabajan las firmas de primera línea, que actualmente están produciendo en todos los eslabones de esta cadena productiva.