Ahora que los comicios provinciales tienen fecha cierta, la temporada de macaneos políticos comienza a despedirse en Tucumán. Las últimas horas, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, han sido huracanadas en esa materia. El resultado es que se ha despejado en buena parte el cielo electoral. Tanto para el oficialismo como para la oposición.
1.- El “Plan A”
Juan Manzur va por la doble combinada. En primer lugar, su entorno lo declara ya en abierta carrera por el binomio presidencial. El asunto ha sido largamente analizado desde la exégesis oficialista. Es el hombre que más consensos encuentra entre buena parte de los mandatarios provinciales, un número sustancial de intendentes del conurbano bonaerense y una mayoría notable de los principales referentes de la CGT. Pero resulta reveladora la mirada que un par de referentes nacionales de Juntos por el Cambio tiene respecto del jefe de Gabinete. Consideran los opositores que la figura de Alberto Fernández está agotada; que la de Cristina Fernández de Kirchner está “en baja” y que una probable sentencia adversa en la causa “Vialidad” agravará la situación; y que Sergio Massa no ha repuntado, pese a que transita sus “100 días de gracia” en el Ministerio de Economía: la inflación es la “kriptonita” del superministro. En ese esquema de naufragio de figuras nacionales, el diagnóstico es unívoco: “el peronismo va a empezar a mirar a los gobernadores”. El más encumbrado es el tucumano.
2.- La escala
En segundo lugar, Manzur será candidato a vicegobernador. Su compañero de fórmula para sucederlo en la Casa de Gobierno será Osvaldo Jaldo. La decisión está tomada. Y cauteriza la herida de 2021, con el manzurismo como ganador de las PASO y el jaldismo derrotado, pero con el 40% de los votos del PJ tucumano. El viernes avisábamos que esa era, hasta el momento, la única posibilidad de cerrar filas: “La mentada ‘unidad’ del PJ viene muy fisurada y la única posibilidad -acaso- de sellarla es con Manzur en la fórmula. Es decir, el que perdió la interna conduce porque el ganador de la interna lo legitima secundándolo”. Así será. De igual manera, advendrá la judicialización de esa candidatura. La Constitución prevé explícitamente que un vicegobernador reelecto puede ser inmediatamente candidato a gobernador, pero nada dice acerca de que un gobernador reelecto pueda ser, a continuación, candidato a vice.
3.- La candidata
La diputada Rossana Chahla va a ser la candidata a intendenta de San Miguel de Tucumán del biniomio Jaldo-Manzur. En las encuestas que se apilan en el despacho del jefe de Gabinete de la Nación, la ex ministra de Salud es la oficialista con mejor imagen para disputar la Capital.
4.- El regreso
Manzur vuelve. Es otra decisión tomada. Según se lo confió a unas pocas personas de confianza, pasará el candente diciembre en el cargo y se despedirá del despacho contiguo a la Presidencia de la Nación en enero. O a más tardar, en febrero. Y reasumirá como gobernador. ¿La razón? No cree que “pilotear a control remoto” un proceso electoral en el cual él mismo integra la fórmula sea lo más recomendable. La campaña, entonces, será presencial.
5.- Armar y largar
Muchas cuestiones han seguido siendo manejadas a “control remoto” y con buenos resultados, pero Manzur parece haber advertido que a cierta distancia (1.300 kilómetros) hay órdenes que se imparten al comando, pero que no funcionan. El “consultorio” (como le llaman al despacho de la Jefatura de Gabinete desde que lo ocupar el médico tucumano) siempre está lleno en la vacía Casa Rosada. Y los que aguardan “pacientes” por una audiencia se retiran con la misma prescripción: “todos tienen que armar y largarse al ruedo”. Es decir, si Manzur, que es el número 3 de la Nación, va a “armar” para “largarse al ruedo” en los comicios provinciales, cuánto más los senadores y diputados nacionales, y los ministros y legisladores provinciales que lo concurren. Y si Manzur les está diciendo en términos porteños lo que en tucumano básico equivaldría a “vayan a laburar” es porque considera que hay demasiados compañeros descansados... El que no “arme”, que se encariñe con la idea de quedarse en su casa.
6.- La fecha señalada
Se vota el 14 de mayo, como también supo avisarse aquí el lunes pasado. El calendario electoral tucumano se organiza, normalmente, para que tenga una duración de 180 días entre su inicio y la fecha de votación. Es decir, el cronograma comenzaría hacia el 15 de noviembre, con el cierre del registro de electores (las altas, bajas y novedades del padrón) y el fin del plazo para el reconocimiento de partidos políticos por parte de la Junta Electoral Provincial.
7.- Dos necesidades
En su condición de jefe de Gabinete, aspirante al binomio presidencial y candidato a vicegobernador de Tucumán, no hay que ser muy perspicaz para advertir que Manzur se ha convertido en una de las mayores figuras del justicialismo a nivel nacional (es, por caso, vicepresidente del PJ federal). En esa multifacética condición, el también presidente del PJ de Tucumán tiene una doble necesidad. La primera es conseguir un amplio triunfo en las urnas provinciales el 14 de mayo, que le dé “certificado” para integrar la fórmula nacional. La segunda es malograr a Juntos por el Cambio en Tucumán. Pero no sólo para que ello le garantice una victoria amplia en el distrito. Una oposición desbaratada en mayo sería un triunfo simbólico a exhibir en escala nacional. Un botón de muestra de que los adversarios del oficialismo no están a la altura de las críticas circunstancias del país. Sin embargo, estos también han sido días y noches de final del macaneo en Juntos por el Cambio de Tucumán.
8.- A las urnas
Germán Alfaro y Roberto Sánchez se encontraron en la mañana de ayer en el café de un hotel de la Ciudad de Buenos Aires. Los dos pidieron sendos desayunos “light”, pero la charla no fue “liviana”. El intendente de San Miguel de Tucumán, específicamente, le propuso al diputado nacional que resuelvan sus pretensiones políticas para el año que viene en las urnas. Concretamente, una interna provincial. Una interna cerrada a los afiliados de los partidos que conformen Juntos por el Cambio, como fija la legislación provincial. Ya la mesa nacional de Juntos por el Cambio había planteado, a mediados de septiembre, los mecanismos para resolver las candidaturas en los distritos donde no hay régimen de Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias provinciales. Ese es el caso de Tucumán. Pero aunque se venía barruntando, sobre todo en el radicalismo provincial, la realización de encuestas, el auspicio de instancias de diálogo o la creación de “mesas” partidarias de acción política, el Partido de la Justicia Social cortó por lo sano. Que a la cuestión la diriman los afiliados en las urnas. Alfaro le dijo a Sánchez que le pediría al abogado Álvaro Contreras, apoderado del Partido de la Justicia Social, que estudie un cronograma electoral. La contraparte de los “correligionarios”, puntualizó Sánchez, será el presidente de la convención provincial de la UCR, Raúl Moreno.
9.- Sin acoples
En concreto, el alfarismo pide que la interna se dé para la definición de la totalidad de los cargos electivos de Juntos por el Cambio a nivel provincial. Es decir, no sólo para la fórmula de gobernador y vicegobernador, sino también para las 19 intendencias de la provincia. La de San Miguel de Tucumán, claro está, pero también la de Yerba Buena (hay media docena de candidatos sólo dentro del camperismo, más los del PRO, los de CREO y otros postulantes, como el ex diputado Juan Casañas, avalado por un sector de la UCR); la de Bella Vista (el intendente es Sebastián Salazar, pero el “Tano” Alfaro y su hijo, el legislador Pablo Alfaro, tienen ahí intereses… y concejales) y la de Concepción (Alejandro Molinuevo completa el mandato de Sánchez, y el legislador Raúl Albarracín, presidente del bloque del PJS, disputará la Municipalidad). También quiere que la interna defina los candidatos a delegados comunales, a concejales y a legisladores. Al respecto, propone que de las urnas salga una lista única de ediles para cada ciudad y de parlamentarios provinciales para cada una de las tres secciones electorales. Es decir, que Juntos para el Cambio no tenga acoples, para evitar la dispersión de votos y obtener más bancas. La idea es que toda la dirigencia opositora del sector trabaje cuanto antes en el armado del frente. Otra variante elegante de decir: “vayan a laburar”.
10.- La síntesis
El año de las elecciones acaba de comenzar.