Las tropas ucranianas están llevando a cabo una exitosa contraofensiva en las regiones de Jarkov, Donetsk, Lugansk y Jersón, desde fines de septiembre. Las tensiones aumentan en el Kremlin y en todo el mundo crece la preocupación por un posible uso de armas nucleares por parte de Rusia, con las que Vladimir Putin viene amenazando desde el inicio de la guerra en Ucrania.
El 3 de octubre, el periódico británico The Times, citando fuentes de la OTAN, informó que Rusia estaba preparando pruebas de armas nucleares en el Mar Negro. En internet ha aparecido un video en el que se ve a un tren militar ruso avanzando hacia la frontera ucraniana, y que supuestamente está en contacto con la duodécima Dirección Principal del Ministerio de Defensa ruso, responsable del arsenal nuclear del país.
Gerhard Mangott, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad de Innsbruck, se toma en serio el peligro de que Rusia utilice armas nucleares. Ese movimiento militar y también la salida del submarino K-329 “Belgorod” podrían ser mensajes nucleares. “Los dirigentes rusos están mostrando a Ucrania y a los gobiernos de Occidente que Rusia es absolutamente capaz, y también posiblemente esté dispuesta, a utilizar armas nucleares. Esto sirve principalmente a la disuasión en este momento. Se trata de señalar que Ucrania no debe continuar su ofensiva, y que Occidente no debe seguir apoyando a Ucrania con armas”, dice Mangott, en este reporte de la Deutsche Welle.
Si estas amenazas no consiguen detener la contraofensiva ucraniana, Putin podría pasar a la siguiente fase. Rusia podría realizar una prueba de un arma nuclear táctica sobre el Mar Negro o en Kamchatka. Si una explosión sobre un territorio deshabitado tampoco sirve de nada y Ucrania sigue retomando territorio, Mangott dice que Rusia podría utilizar un arma nuclear táctica: “Esto no ocurrirá entonces en el frente, sino sobre un territorio habitado, ucraniano, urbano”.
El experto militar y excoronel de la Bundeswehr, Ralph Thiele, cree que si una bomba nuclear rusa sobre terreno deshabitado no tiene un efecto disuasorio, Moscú podría intentar atacar objetivos políticos y económicos en Ucrania. “Podría ser una explosión que envíe un pulso electromagnético y destruya todo lo que esté alimentado eléctricamente en la zona de cientos de km2: automóviles, televisores, satélites, ordenadores, centrales eléctricas. Esa sería una variante”, señala Thiele.
La mayoría de los expertos internacionales coinciden en que una ensayo de armas nucleares tendría consecuencias devastadoras para Rusia. “Incluso una prueba, que en realidad violaría el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas ratificado por Rusia, daría lugar a severas sanciones económicas y financieras”, dice Mangott.
La respuesta de Estados Unidos y la OTAN será probablemente militar. El exdirector de la CIA, David Petraeus, por ejemplo, declaró que Estados Unidos y sus aliados están dispuestos a destruir todo el Ejército ruso en el territorio de Ucrania y a hundir la Flota del Mar Negro. Mangott cree que ese ataque sería asimétrico, es decir, con armas convencionales. Sin embargo, en la actualidad no hay indicios de que los dirigentes rusos hayan decidido utilizar armas nucleares, cree el experto. “Tampoco estamos aún en la fase en la que Rusia corre el riesgo de perder esta guerra de forma catastrófica. Pero con cada derrota que sufre en el campo de batalla, con cada reconquista de territorios conquistados por Rusia por parte del Ejército ucraniano, la probabilidad puede aumentar en esa dirección”, advierte Mangott.