“Las asignaciones específicas son las que dan recursos a la cultura nacional para seguir funcionando en tanto vehículo del desarrollo humano en tiempos en que el hombre necesita sintonizar con su esencia interior al descansar de lo cotidiano”.

De esta forma se refirió Gustavo Uano, el director ejecutivo del Instituto Nacional de Teatro (INT), a la necesidad de que se prorrogue por 50 años la ley que garantiza los fondos autárquicos para el funcionamiento de ese ente federal. “Las artes escénicas nos proponen un momento desalienante, muchas veces contra los designios del mercado, y por eso las celebramos”, resaltó.

Uano subrayó que “lo memorable de este acontecimiento va a ser la comprobación objetiva del desarrollo y evolución de nuestro mapa teatral y de nuestras escenas a futuro”. Sus palabras fueron reiteradas durante los ocho días que duró la Fiesta Nacional de Teatro en Chaco, en la cual mencionó varias veces que la Ley Nacional de Teatro (germen del INT) cumplía 25 años: “disfrutamos de un progreso manifiesto”, aseveró.

La mayoría de los participantes del encuentro tenía menos de 40 años, por lo que fue importante reforzar esa idea para una comunidad artística que comenzó a transitar las tablas cuando ya estaba vigente la norma y no tiene registro vivencial de la pelea por su sanción. De hecho, ese grupo etario es contemporáneo de la Fiesta en sí misma: esta fue la edición anual número 36 desde 1985, sólo interrumpida en 2020 por las restricciones debido a la pandemia de coronavirus. Para ese sector, siempre existió.

El lema central de la Fiesta fue “El teatro nos une”, y una de sus características que la distinguió de otras experiencias fue la dispersión de actividades, con circuitos que hicieron recorrer elencos con sus obras por el interior chaqueño y por las provincias vecinas del NEA (en el marco el encuentro regional), aparte de cursos, seminarios y mesas de debate que completaron la oferta artística. Uno de los puntos altos fue el acto por los 20 años de la Editorial del INT, que sirvió además de despedida de su creador y conductor, Carlos Pacheco, quien se jubiló del cargo.

Al tiempo de los balances, el evento convocó a unas 20.000 personas que vieron más de 250 funciones, tanto en la sede central de Resistencia como en otras localidades, en un total de medio centenar de obras para lo cual se invirtió $120 millones (aportados en partes iguales entre el INT y el Gobierno del Chaco), además de otros $15 millones que quedaron en equipamiento y adecuación de las salas utilizadas. Participaron unos 600 artistas e invitados y unos 250 trabajadores en la organización.

“Nuestra intención desde el INT es promover los valores de accesibilidad, igualdad, y respeto por las diferencias y las disidencias. Esta Fiesta nos desvela, literalmente, porque sentimos que es un privilegio estar acá con el acompañamiento de las bases. Nuestro firme propósito es conectar con la parte profunda de la vida, con esa parte inmaterial que denominamos espíritu, que necesita ser alimentado, considerado y priorizado. Y el teatro siempre funcionó como una expresión artesanal y ritual que nos ofrece el lugar de la búsqueda del sentido, el sentir, el pensar”, afirmó.

Trabajo conjunto

El mendocino Uano estuvo secundado constantemente por la secretaria general del INT, Jimena Sivila Soza (ese cargo es elegido por el Consejo de Dirección), en una demostración de un trabajo en conjunto entre ambos, para dejar de lado experiencias traumáticas de enfrentamientos que se vivieron en anteriores gestiones y que llegaron a paralizar el INT.

Sivila Soza reivindicó “el derecho democrático de acceder a la cultura, ya que estamos haciendo teatro porque estamos en democracia”. “Nos vemos atravesados por un avance sin mesura ni maquillaje de los discursos del odio, de avasallamientos sobre nuestras autonomías culturales y de intentos de anular las conquistas del pueblo. La Fiesta nos interpela a reflexionar sobre cuál es el rol del Estado, de los funcionarios y funcionarias y del propio teatro en tanto constructores de sentido. La comunidad nos necesita, tenemos que ocupar las calles y los escenarios y unir fuerzas, estar presentes y convocar a los públicos a una cultura de la libertad y del encuentro. Las comunidades nos necesitan”, dijo la representante jujeña.