Todo estaba previsto para que la Fiesta Nacional de Teatro que se realizó recientemente en Resistencia se cierre con el anuncio de la prórroga por 50 años de la ley de financiamiento específico para entes y actividades culturales. Pero la expectativa se fue desinflando según pasaban los días ya que el Senado todavía no tiene aún fecha para tratar el proyecto respectivo aprobado por Diputados, pese a que si no concluye su tratamiento legislativo en dos meses, los fondos automáticos desaparecerán.

En diálogo exclusivo con LA GACETA en la capital chaqueña, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, se mostró confiado en alcanzar ese objetivo y no descartó cualquier opción. “Hemos avanzado bastante en este tiempo para dejar atrás la decisión que adoptó el Gobierno del macrismo, cuando en 2017 sancionó una ley que deja sin financiamiento al cine, al teatro, a la música, a las bibliotecas populares desde diciembre de este año, una verdadera atrocidad. El proyecto con media sanción está en las puertas de su tratamiento en la Cámara Alta y espero que sea en la próxima sesión”, afirmó.

- ¿Preocupa la demora?

- Me dicen que habrá debate este jueves (por mañana), tengo esperanza de que lo podamos sacar porque es una ley fundamental para la cultura nacional. En estas cosas, hasta que no se termina, no se sabe cómo saldrá. Hemos hablado con muchos senadores y senadoras y todos me expresan su optimismo. Vamos a seguir luchando hasta el momento en que salga, para luego iniciar otras luchas pendientes.

- Hay versiones de que se aprobaría, pero por sólo cinco años en vez de 50 años como es la media sanción de Diputados, por lo cual volvería en revisión...

- Vamos a ver qué pasa, nosotros esperamos y peleamos porque se apruebe por 50 años y que salga rápidamente.

- ¿Se evalúa dictar un decreto presidencial de Necesidad y Urgencia si no se sanciona?

- Hay algunos mecanismos en evaluación. Por supuesto que tenemos todo el apoyo del Presidente, he hablado mucho de este asunto con Alberto Fernández. Espero que se resuelva positivamente en el Senado.

ILUSIONADO. El ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, en Chaco junto al titular del Instituto Provincial de Cultura, Francisco Teté Romero.

- ¿Esos fondos garantizan un despliegue federal de la cultura?

- Así se lo demuestra en esta Fiesta organizada por el Instituto Nacional de Teatro (INT), con todas las provincias presentes en su diversidad y en sus expresiones. Nuestra decisión es profundizar más ese federalismo, la bandera que levantamos más alta es la de la diversidad cultural, sobre todo en un país como el nuestro. Desarrollar y hacer crecer el federalismo todos los días es fundamental para desplegar ese concepto. Seguir con los programas que desarrollamos nos permiten dejar atrás la hiperconcentración del Ministerio en la ciudad-puerto de Buenos Aires para abrirlo a cada comunidad y cada provincia.

- Viene de una reunión de ministros del área de todo el mundo, convocada por la Unesco en México. ¿Qué conclusiones trae?

- Estuvimos más de 150 ministros y responsables del área de todo el planeta. Hacía 40 años que no se realizaba un evento de esta naturaleza, y aparecieron las ideas de la centralidad de la cultura para los pueblos y su diversidad en cada comunidad. También debatimos la crisis mundial, con el cambio climático, las pandemias, el aumento de la pobreza, de la hiperconcentración de la riqueza y de la transformación y brecha digital, y los conflictos armados, con la guerra como centro. Surgió la necesidad fundamental de dar respuestas, con el rol de la cultura en ese contexto, como un esqueleto que soporta las sociedades. Hubo muchas tensiones entre las delegaciones, pero los ministros de nuestra América estuvimos muy unidos en la defensa de la paz.

“Demasiado tarde”

El tema de la asignación directa de fondos atravesó todas las mesas y conversaciones de la Fiesta, abordado por los funcionarios del INT en sus discursos y pronunciamientos institucionales (ver “Pronunciamiento” y “”) e incluso fue mencionado por los grupos al finalizar algunas representaciones, con una preocupación creciente por la indefinición senatorial y para presionar por una resolución favorable inmediata.

La supresión de la asignación directa de recursos implicaría la pérdida de la autonomía de los entes nacionales de Teatro, Cine Música y Comunicación, Radio y Televisión Argentina, Defensoría del Público y Bibliotecas Populares. Pero no un alivio fiscal a los contribuyentes, ya que los impuestos específicos (al juego Quini 6 o a las entradas de cine, por ejemplo) seguirán vigentes e irán a arcas generales de la Nación. Si eso pasa, cada organismo deberá pelear año por año una partida para su sostenimiento.

El peligro de la pérdida de recursos afecta al mantenimiento de la fuente laboral artística. Por eso, en Chaco circuló un texto que alertaba que “no hay cultura argentina sin trabajadores y trabajadoras, y no hay soberanía nacional sin cultura”, e instaba a “defender los miles y miles de puestos de trabajo, director e indirectos, que generan las distintas industrias culturales y creativas”. “Artistas de todas las disciplinas ven amenazada su estabilidad, su futuro y el de sus familias. Si los legisladores no nos escuchan, se retrocederá más de medio siglo en derechos culturales forjados por toda la ciudadanía. Cuando nos encontremos con organismos desfinanciados y vacíos, sin arte ni trabajo, será demasiado tarde”, concluye.