Se evalúa dar por finalizado el ciclo del cultivo del trigo, debido a las malas condiciones reinantes en el 40% del área sembrada. La superficie que se perdería a raíz de la falta de agua y de las heladas sería récord este año en la región núcleo.

Nada menos que un 40% del trigo de esa zona se encuentra bajo condiciones malas, de acuerdo al informe de la Guía Estratégica para el Agro, elaborado por técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario. “Lamentablemente, la superficie que se perdería por falta de agua y por heladas podría ser récord este año. En 2020, a fines de septiembre, en esa situación de ‘malas y a punto de secarse’ se encontraban 170.000 hectáreas. Finalmente, se perdieron 130.000 hectáreas, que marcaron un récord de pérdidas de la región. Septiembre del año en curso termina con el 80% del trigo sembrado entre malo y regular. Solo un 15% se conserva en buenas condiciones, y un 5%, en muy buenas.

“Lo que está pasando con el trigo es algo inédito”, afirmaron ingenieros de General Pinto que están evaluando si continúan o no con el cultivo. “Más del 60% de los trigos está en esta situación. Es muy probable que no lleguen a la cosecha, son lotes sobre los cuales no les ha llovido nada”, añadieron. Dicen que se trata de trigos que se sembraron con una fuerte inversión en dólares: “se fertilizaron para superar los 40 a 50 quintales por hectárea (qq/ha), y hoy se evalúa secarlos. Para que esto no suceda, tendría que llover entre 20 mm a 60 mm antes de la primera quincena de octubre”.

En Colón el escenario es igual de crítico. “Hay lotes muy complicados, al límite de ser secados”, dicen los productores. Y explican que, en los mejores casos, lotes fertilizados para obtener 60 qq/ha, hoy están esperando 25 qq/ha.

En Bigand dicen que la situación es gravísima, con el 80% de los cuadros en malas condiciones y con rindes estimados en 10 qq/ha a 12 qq/ha. “Si lloviese en estos días, en los mejores lotes se podría esperar 20 qq/ha. Pero de un 20% a un 30% de los trigos ya se los considera perdidos”, afirmaron. Lo irónico es que incluso para poder desecarlos resulta necesario que llueva.

En el extremo norte de la región núcleo están mejor. Allí llovió mejor. En El Trébol, un 30% de los cuadros se mantiene en muy buenas condiciones y el 70% en buenas. En Carlos Pellegrini el 80% está bueno y un 20% en muy buenas condiciones.

En lo que respecta al maíz la GEA indica que hace un año estaba sembrado el 75% del maíz temprano y el titular era: “A la espera de lluvias para culminar la siembra”. Hoy sucede lo contrario: la falta de agua mantiene frenada la siembra y el avance regional es apenas un 5%, menos de 100.000 hectáreas. Se estima que este año se sembrarían 1,5 millón de hectáreas intencionadas; un 22% menos que hace un año. Y con maíz temprano se espera implantar 750.000 hectáreas.

Pero ante este panorama de falta de agua podrían incluso ser menos: más hectáreas podrían pasar a sembrarse en forma tardía y más hectáreas podría pasar a ser sembradas con soja. Numerosas áreas advierten que entre el 70% y el 75% del maíz temprano podría pasar a tardío.