Las elecciones en Brasil se definieron por cinco puntos de Luiz Inácio Lula Da Silva, ex presidente, sobre Jair Bolsonaro, actual mandatario. En este marco, el analista político tucumano Luis Karamaneff visitó el país y contó detalles acerca del clima que se vive en la euforia de los comicios presidenciales.
“Estoy en El Salvador, un estado en el que, a diferencia de Río de Janeiro, el bastión es de Lula; triunfó por el 70% de los votos”, dijo. Explicó que, además, visitó Río, así que compartió con LG Play las experiencias de ambos territorios. “Son muy diferentes. Río de Janeiro es una ciudad que si bien es muy grande, no se percibía en las calles el clima electoral. Al menos no de la manera y con la intensidad en la que se vive en El Salvador, por ejemplo”, analizó. Detalló que en ese estado, se vive una efervescencia constante y permanente, con ciudadanos en las calles sumamente movilizados.
Además, notó que en la noche del domingo, la situación comenzó a cambiar. “Fue producto de las diferentes expectativas que se plasmaron en el resultado con respecto a lo que se esperaba”, dijo Karamaneff. “Lula esperaba un triunfo en primera vuelta. Era casi un hecho y finalmente no terminó sucediendo. Si bien quedó muy cerca del triunfo, se generó un cambio de expectativa”, agregó. Consideró como aspectos fundamentales la transición gubernamental que se viene y lo que puede llegar a suceder a partir de ella. “Hoy en un escenario tan polarizado, el triunfo de Lula puede ser mucho más ajustado; la atención producto de esta polarización se eleva y lo que podría llegar a hacer Bolsonaro y su militancia en las calles es totalmente diferente. Es un escenario mucho más complejo”, indicó.
Asimismo, manifestó su preocupación sobre lo que podría llegar a suceder con la población civil a partir de este posible nuevo gobierno. “En los próximos cuatro años podría haber un electorado muy movilizado. Esta polarización enorme que hay en la población demuestra que no estaban plasmadas efectivamente las dos sociedades y dimensiones, en las que no existe ningún diálogo. Estaban convencidos de que había una manipulación de parte de los medios y que el triunfo de Bolsonaro estaba casi asegurado. Así se nota una falta de diálogo y acercamiento en cuestiones básicas”, explicó el analista.
Respecto de una comparación con Argentina, aseguró: “Ninguno se puede confiar en los resultados. Sin embargo, hay procesos previos y Argentina está transformándose hace bastante tiempo. Probablemente tendremos una elección sumamente polarizada sobre la cual no hay que dar nada por sentado. En el caso de Brasil, históricamente siempre ganó la segunda vuelta el que quedó en primer lugar al principio”.